Por esta razón algunas personas tienen dolor de cabeza por tomar vino tinto
Por lo normal, cuando se transita por una larga noche de farra hace acto de presencia el incómodo y molestoso dolor de cabeza. Sin embargo, en algunos casos los dolores no necesariamente se deben por la cantidad ya que con una simple copa de vino éste se puede generar.
Una investigación desarrollada por la Universidad de California, y publicada por la revista Scientific Reports, explicó por qué alguna persona pueden sufrir de dolor de cabeza por tan solo tomar pequeñas cantidades de cualquier tipo de bebidas etílicas.
Características del flavanol del vino tinto
Llamado también como quercetina, este compuesto químico del vino tinto capaz de interferir en el metabolismo del alcohol y provocar cefaleas, se encuentra de forma natural en todo tipo de frutas y verduras, incluidas las uvas.
Taha Samet Arslan para Pexels
Más precisamente, la quercetina es un derivado natural de la rutina que se encuentra en grandes cantidades en el té verde, las cebollas rojas, la piel de manzana, el ginkgo, el propóleo y en el vino tinto.
Considerado un antioxidante, a menudo está presente en los llamados suplementos “antienvejecimiento”, pero cuando se metaboliza con alcohol, algunas personas podrían exponerse a este desagradable efecto secundario.
“Cuando entra en el torrente sanguíneo, el cuerpo lo convierte en una forma diferente llamada glucurónido de quercetina. De esta forma, bloquea el metabolismo del alcohol en el cuerpo humano. Esta interferencia conduce a la acumulación de acetaldehído, un metabolito altamente tóxico (parte del metabolismo del cuerpo, producido durante una reacción metabólica)”, explicó el químico experto en vino Andrew Waterhouse, profesor emérito del Departamento de Viticultura y Enología de la Universidad de California en Davis.
Aunque es un antioxidante saludable, vendido también como suplemento, el problema llega cuando se metaboliza con el alcohol. “Cuando entra en el torrente sanguíneo, el organismo la convierte en una forma diferente denominada glucurónido de quercetina”, explica Andrew Waterhouse, químico y profesor emérito de la Universidad de California.