Ordenan la retirada inmediata del pollo español de venta en los supermercados por salmonella
El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (RASFF) ha lanzado una alerta alimentaria por la presencia de salmonella infantis en unos preparados de carne de pollo procedentes de España.
Ordenan la retirada inmediata del pollo español de venta en los supermercados por salmonella
La salmonella infantis es una de las bacterias más habituales en las explotaciones agrícolas de engorde y con mayor resistencia a los antibióticos, por lo que es el tipo de bacteria que provoca más casos de salmonelosis en los países desarrollados, como es el caso de España.
De hecho, estos productos de preparados de pollo de origen español ya han sido retirados de los supermercados, ya que en la alerta se ha determinado un riesgo “grave” ante el consumo de estos alimentos con presencia de salmonella.
El país que ha notificado la detección de esta bacteria en los preparados de carne de ave ha sido Francia, cuando las autoridades sanitarias enviaron la notificación el pasado 24 de abril de 2024, por lo que se ha procedido a la retirada de estos productos.
La ‘salmonella infantis’
La salmonella infantis está adquiriendo un gran protagonismo por ser resistente a muchos antimicrobianos, así como por ser una de las de mayor presencia en las granjas de pollos y ponedoras, lo que hace que tenga gran posibilidad de incorporarse a la cadena alimenticia e infectar a las personas que consumen alimentos cárnicos de ave, tal y como informan desde la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria.
La carne de ave y sus productos son, con diferencia, los alimentos más implicados en este tipo de contaminación bacteriana, aunque el mencionado RASFF de la Comisión Europea ha publicado alertas por su presencia en orejas de cerdo, harina de colza, harina de pescado, canales de ternera, raíz de cúrcuma mucha, harina de girasol, anís…
Los síntomas más comunes por infección de salmonella incluyen diarrea, fiebre y cólicos intestinales entre 12 y 72 horas después de haber ingerido los alimentos contaminados, mientras que la enfermedad suele durar entre cuatro y siete días, y habitualmente no se requiere un tratamiento especial.
Sin embargo, los casos más graves de salmonella requieren hospitalización, ya que puede llevar a la deshidratación debido a la diarrea: “Debe tenerse en cuenta que puede llegar a provocar septicemias y la muerte”, indican en la institución, donde explica que “los niños menores de 5 años, los adultos mayores de 65 y los pacientes con afectación del sistema inmunitario son los grupos que tienen más probabilidades de padecer un proceso grave”.