Hiperpigmentación de la piel: causas, tipos y tratamientos caseros

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La hiperpigmentación es el oscurecimiento de la piel en comparación con su tono natural. Estas áreas de decoloración pueden manifestarse en cualquier parte del cuerpo, aunque son más frecuentes en zonas expuestas al sol como la cara, el cuello, el pecho, la parte superior de los brazos y las manos, así como en las espinillas.

Exposición solar excesiva. Factores genéticos. Cambios hormonales, como los experimentados durante el embarazo. Uso de ciertos medicamentos, incluidos algunos antibióticos y fármacos que aumentan la sensibilidad al sol. Contacto con metales pesados como hierro, arsénico, oro, hierro y plomo. Uso de anticonceptivos orales. Tabaco. Condiciones médicas como diabetes y enfermedad de la tiroides. Insuficiencia suprarrenal, como la enfermedad de Addison, donde el cuerpo no produce suficiente cortisol. Ciertas afecciones de la piel, como acné y dermatitis atópica. Lesiones o inflamación cutánea. Tipos de hiperpigmentación Pecas. También conocidas como efélides, son pequeñas manchas de color marrón o café que suelen aparecer en la infancia en la piel expuesta al sol. Las pecas se oscurecen y se hacen más numerosas con la exposición prolongada al sol y al calor, y generalmente se desvanecen durante los meses de invierno.

Según la tez de la piel, estas áreas pueden aparecer marrones, bronceadas, rosadas, grises, negras o incluso moradas. A diferencia de un bronceado, que va y viene, la hiperpigmentación tiende a ser más duradera, aunque las áreas pueden aclararse o desaparecer con el tiempo y el tratamiento. El Manual MSD , en su versión para profesionales, establece que esta afección se presenta principalmente en mujeres embarazadas y en aquellas que toman anticonceptivos orales. El 10% de los casos ocurre en mujeres no embarazadas y en hombres de piel oscura.

Causas de la hiperpigmentación Las principales causas de la hiperpigmentación, según la Universidad de Harvard, son estas: La hiperpigmentación abarca varios tipos de manchas cutáneas que pueden ser inofensivas y aparecer durante la infancia, el embarazo o con el paso de los años. Otros tipos pueden estar relacionados con trastornos subyacentes o traumas cutáneos previos. Algunos ejemplos son: Manchas de la edad (lentigos solares). Estas manchas varían de color entre marrón claro y marrón oscuro y son más grandes que las pecas. Se desarrollan en adultos debido a la exposición al sol o quemaduras solares anteriores, y suelen aparecer en áreas como la cara, los antebrazos, el pecho y la parte superior de las manos. Melasma. Este trastorno suele afectar a mujeres en sus 20 y 30 años, causando parches oscuros irregulares en la cara. El melasma puede ser causado tanto por la exposición al sol como por influencias hormonales femeninas. Hiperpigmentación madurativa. Esta forma de hiperpigmentación afecta principalmente a los lados de la cara y se refiere al oscurecimiento gradual de la piel expuesta al sol en personas con tonos de piel más oscuros. Normalmente, esto ocurre en la edad adulta debido a la exposición crónica al sol o a enfermedades metabólicas. Hiperpigmentación periorbital. También conocida como ojeras, se refiere al oscurecimiento de la piel alrededor de los ojos. Acanthosis nigricans. Una condición que causa oscurecimiento de la piel en áreas que se rozan entre sí, como las axilas, la ingle y la parte posterior del cuello. Esto se ve más comúnmente en asociación con resistencia a la insulina o diabetes tipo 2. Hiperpigmentación post-inflamatoria. Decoloración debido a la inflamación o lesión cutánea, como quemaduras, heridas, acné o erupciones cutáneas. La piel se ve más oscura o cambia de color después de que la lesión cicatriza.Áreas de aparición Melasma Áreas comunes: mejillas, labio superior y frente. Factores desencadenantes: exposición al sol, embarazo y cambios hormonales, incluido el uso de anticonceptivos orales. Pecas y manchas solares Áreas comunes: pueden aparecer en cualquier parte del rostro. Factores desencadenantes: exposición al sol. Hiperpigmentación madurativa Zonas comunes: lados de la cara. Factores desencadenantes: envejecimiento, exposición al sol, predisposición genética y enfermedades metabólicas. Hiperpigmentación periorbital Áreas comunes: párpados superiores e inferiores. Factores desencadenantes: exposición al sol, predisposición genética, ciertos medicamentos y cambios hormonales. Hiperpigmentación post-inflamatoria Áreas comunes: pueden manifestarse en cualquier parte del rostro, pero si están relacionadas con el acné, son más frecuentes en las mejillas, el mentón y la frente. Factores desencadenantes: acné, quemaduras solares, erupciones cutáneas.

Megan Noe, profesora asistente de dermatología en el Brigham and Women’s Hospital y la Facultad de Medicina de Harvard en Boston , señala que el rostro es una de las áreas donde la hiperpigmentación ocurre con mayor frecuencia. La localización exacta depende del tipo específico. Algunos de los tipos más comunes en la cara incluyen:

Productos para el cuidado de la piel a base de retinol. Gel de ácido azelaico. Vitamina C. Vitamina B 3 (niacinamida). Ácido kójico. Ácido salicílico. Ácido glicólico. Tiamidol. Arbutina. Ácido transexámico. Cremas aclaradoras recetadas que contienen hidroquinona, ácido tranexámico, tretinoína, esteroides tópicos o una combinación de estos ingredientes. Exfoliaciones químicas. Terapias con láser. Microagujas. Remedios caseros para combatir la hiperpigmentación Noe explica que las terapias tópicas (cremas y lociones aplicadas sobre la piel) son la opción de tratamiento más común para la hiperpigmentación. La terapia combinada, en la que se utilizan múltiples tratamientos tópicos juntos, suele ser más eficaz para tratar la hiperpigmentación. La causa más común de hiperpigmentación es la exposición al sol. El cuerpo oscurece la piel para protegerla de la dañina radiación ultravioleta. Por tanto, el mejor tratamiento preventivo para la hiperpigmentación es el uso diario de protector solar y ropa protectora contra el sol. Otros remedios tópicos de venta libre incluyen: Ciertas vitaminas y antioxidantes también pueden ser útiles. Estas incluyen las vitaminas A, B, C y E, obtenidas de alimentos o suplementos. Los aceites naturales como el de rosa mosqueta, jojoba, argán, y los extractos que incluyen cúrcuma, té verde, regaliz y mora, pueden ayudar a aclarar y desinflamar la piel. Otras opciones de tratamiento incluyen: A pesar de las diferentes opciones para combatir esta afección, la especialista recomienda acudir con el dermatólogo antes de probar cualquier medicamento o tratamiento nuevo.