Omoda 5, el nuevo SUV chino que quiere dar que hablar
Omoda vendió 1,88 millones de coches el pasado año en todo el mundo. España es el país que la marca china ha elegido para su desembarco en Europa, que inicia con la comercialización del Omoda 5. Se trata de un SUV compacto que sorprende por una más que reseñable relación entre la calidad del producto y su precio: acogiéndose a la financiación de la marca, la versión básica está disponible desde solo 22.900 euros.
El Omoda 5 es un todocamino de diseño moderno, caracterizado por la fuerte personalidad de su frontal y una silueta marcada por el dinamismo de unas formas suaves. Tiene una longitud de 4,40 metros, con lo que aspira a competir con rivales de segmento tan exitosos como el Hyundai Kona o el Toyota C-HR.
El habitáculo se revela a un buen nivel tanto en acabados como en equipamiento, y también en habitabilidad. Los materiales utilizados distan mucho de lo que se podría esperar de un coche de su precio y procedencia, solo algunos detalles menores están por debajo de un ambiente muy convincente. La conexión con el conductor se confía a sendas pantallas de 10,2 pulgadas unidas entre sí, la primera de instrumentación y la segunda de conectividad.
Los niveles de equipamiento que Omoda ofrece son Comfort, el básico, y Premium, el superior. En cualquiera de los casos son bastante completos, aunque el más cuidado es altamente aconsejable por todo cuanto aporta con sobreprecio de 2.000 euros respecto al más sencillo. Las asistencias a la conducción son idénticas en ambos, con trece sistemas que cubren prácticamente cualquier ayuda en carretera y son poco frecuentes en otros modelos de su posicionamiento.
Un solo motor de gasolina
Omoda lanza este SUV con una única propuesta mecánica de gasolina (en un par de meses llegará la versión correspondiente 100% eléctrica). Se trata de un cuatro cilindros de 1,6 litros, con turbo e inyección directa que entrega 185 CV, cifra muy por encima de lo habitual en su segmento. De este modo, su velocidad punta supera los 200 km/h y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 7,8 segundos.
La transmisión se realiza a las ruedas delanteras a través de una caja automática de doble embrague y siete relaciones, fabricada por el mismo proveedor que trabaja con marcas como BMW o Mercedes. Están disponibles tres modos de conducción (económico, normal y deportivo), entre los que existe variaciones apreciables para el conductor, algo que no siempre ocurre en estas programaciones.
El Omoda 5 está ya disponible en su red de concesionarios en España en diez colores, incluyendo tres bitonos y algunos llamativos como un verde o rojo intensos. La marca ofrece siete años de garantía oficial o 150.000 kilómetros, en un intento de impulsar la confianza de los clientes en un producto desconocido, lógicamente, por el momento.
El precio, sin descuento por financiación, del Omoda 5 con acabado Comfort es de 27.900 euros, mientras que el Premium asciende a 27.900 euros. Las pinturas disponibles no tienen sobreprecio y tampoco existen opciones en ninguna de las versiones.
Apuesta por la postventa
Omoda quiere apuntar la fortaleza de su servicio de postventa como uno de los valores esenciales de la marca frente a otras propuestas de llegadas de China. Los incontables y graves problemas que sufren los propietarios de MG cuando precisan de una separación está lastrando la solvencia de los productos de este origen.
Es así como Omoda cuenta ya con 55 concesionarios repartidos por todo el territorio español con su correspondiente taller en la misma instalación. Llegarán a 70 en pocos meses y todos ellos tendrán acceso a los recambios de la marca en un plazo de 24 horas, gracias al gran almacén central instalado en Azuqueca de Henares (Guadalajara), que cubre el 98% de las piezas de sus vehículos.
Además, el departamento de postventa es el más numeroso de la empresa en España, con ocho personas y en proceso de ampliación, además de un servicio telefónico local para los clientes, asistencia europea en carretera durante tres años (ampliable a siete) y mantenimientos programados cada 15.000 kilómetros o un año.