No le salen las cuentas a la 4T
EN DICIEMBRE DE 2023 se activaron las alarmas en Palacio Nacional y en la Secretaría de Hacienda. Un descuido y mal cálculo casi lleva a México a incurrir en un default, ya se sabe, de 360 mil millones de pesos. El yerro fue atribuido a los subsecretarios Gabriel Yorio y Juan Pablo de Botton, pero también a la Tesorera de la Federación, Elvira Concheiro, que no previeron oportunamente el pago semestral del servicio de la deuda.
El presidente ordenó a todos apoquinar: Bancomext-Nafin, de Luis Antonio Ramírez; Banobras, de Jorge Mendoza; el SAT, de Antonio Martínez Dagnino; el Infonavit, de Carlos Martínez; Pemex, de Octavio Romero; CFE, de Manuel Bartlett, todos tuvieron que aportar.Cinco meses después, a seis de que finalice la gestión de Andrés Manuel López Obrador y a 35 días de las elecciones, en el gobierno de la 4T crece la preocupación por el impacto que el déficit fiscal y los compromisos financieros incumplidos puedan tener en la jornada electoral.
Máxime, porque se asegura que otro descuido de Yorio y de De Botton como el de diciembre elevaría por más de 4 mil millones de pesos el déficit público al primer bimestre, estimado hoy en unos 411 mil 378 millones de pesos. Dicho de otra forma: el déficit no está siendo calculado bien. Los costos asociados a Pemex meten también mucho ruido, sobre todo su financiamiento, rubro en que la empresa estatal paga alrededor de 500 puntos base más que el resto del gobierno por la gestión de su deuda, unos 500 millones de dólares al año, mientras adeuda ya 20 mil millones de pesos a proveedores.
El tema de la refinería de Dos Bocas es otro asunto de preocupación que contribuye con el abultamiento del déficit porque el nuevo gobierno que estará entrando, sea el de Xóchitl Gálvez, o con más razón el de Claudia Sheinbaum, se verá obligado a seguirle destinando más recursos. En la banca y dentro del mismo gobierno se afirma que a la famosa obra faraónica del obradorato, la Refinería Olmeca, le tienen que seguir invirtiendo todavía otros 6 mil millones de dólares, con lo cual alcanzará el costo récord de 24 mil millones de dólares, esto es un sobreprecio ya de 300% en comparación con los 6 mil millones que López Obrador y su entonces secretaria de Energía, Rocío Nahle, aseguraron costaría. Con esa carga financiera a cuestas, Morena y el Presidente se aproximan a las elecciones del 2 de junio, donde el fantasma de la derrota en seis estados está más latente que nunca.
Tres hoy en la bolsa: CDMX, Morelos y Veracruz donde sus candidatas Clara Brugada, Margarita González y precisamente Rocío Nahle no la tienen segura; y tres en manos de la oposición que también se duda les alcance para ganarlas: Jalisco, con Claudia Delgadillo; Yucatán, con Joaquín Huacho Díaz, y Guanajuato con Alma Alcaraz.
LE ADELANTABA QUE el proyecto de gas de aguas profundas Lakach está siendo tomado por Carlos Slim, luego de que New Fortress Energy, de Wes Edens, desistió de ejecutarlo por el nivel de riesgo que implicaba la inversión. Ahora toca al magnate proponer a Pemex un programa de desarrollo distinto para que se presente para discusión y eventual aprobación en la Comisión Nacional de Hidrocarburos, siempre y cuando el valor presente neto de todo el proyecto sea mayor o igual a la inversión.
Le puedo adelantar que es muy probable que esta nueva versión de Lakach no incluya la licuefacción del gas, como lo proponía Edens. Carso utilizará a Talos Energy para operar, aprovechando que en septiembre de 2023 pagó 125 millones de dólares por 49.9% de la compañía.
De acuerdo con expertos, aunque el precio del gas está en niveles bajos y el contrato con la petrolera dirigida por Octavio Romero, mediante un Contrato de Servicios Integrales de Exploración y Extracción, no tenga una tasa de retorno muy alta, para Slim será un negocio redituable, porque cobrará aproximadamente 500 mil dólares diarios por la renta de su plataforma.