Los directores de las películas de Spider-Man dependen sí o sí de la tecnología para la faceta más básica del Trepamuros
Spider-Man: No Way Home (2021)
Siempre que pensamos en Spider-Man, además de ver en nuestra mente la icónica figura envuelta en su traje rojo y azul, nos invade esas escenas míticas de ver al personaje balanceándose entre los edificios de Nueva York con sus telarañas.
La forma en que Spider-Man se desplaza por la Gran Manzana es un elemento básico para comprender al Trepamuros de Marvel, ya sea en los cómics o en las películas y series, en animación o en acción real.
Aunque el efecto es muy molón, entraña ciertas complicaciones a la hora de recrearlo en imagen real, especialmente si se pretende hacer mediante efectos prácticos.
Si bien los efectos visuales creados por CGI se han impuesto en los últimos lustros, aún quedan maestros de los efectos prácticos que tratan de mantener todo el realismo posible en sus escenas. Hacer eso con Spider-Man, es poco efectivo, al menos en opinión de Jon Watts.
El balanceo de Spider-Man es una pesadilla en live-action
Watts ha dirigido las tres películas de Spider-Man en el Universo Cinematográfico de Marvel, donde Tom Holland tuvo su primera entrega “en solitario” en Homecoming y se ¿despidió? en No Way Home. Junto con Sam Raimi y Marc Webb, es una de las personas que saben el infierno que entraña llevar al Trepamuros a imagen real.
En una entrevista con Collider en la CCPX, Watts destaca un consejo que brinda a quienquiera que tome el relevo al frente de una próxima película de Spider-Man, ya sea en el UCM o a cargo de Sony en exclusiva. Básicamente, el consejo se resume en “no hacer el balanceo con efectos prácticos”.
“Tengo un consejo básico sobre Spider-Man, y creo que todos los directores lo siguen. No queda bien cuando alguien simplemente se balancea con una cuerda. Crees que vas a llegar y decir ‘vamos a hacerlo todo con efectos prácticos. Conseguiremos un especialista y lo tendremos dando vueltas’.
Es aburrido y queda tontísimo. Parece un mono columpiándose en una enredadera. Ese es mi consejo para el próximo director de Spider-Man”.
El cine ha demostrado que el punto de equilibrio entre efectos prácticos y los generados mediante ordenador es siempre preferible al abuso de cualquiera de ellos. Spider-Man parece un buen ejemplo de cómo se deben combinar para que el Trepamuros no parezca un “mono columpiándose” y evoque esa sensación de que el amigo y vecino Spider-Man está a punto de salvar el día.
En cuanto al futuro de Spider-Man en la gran pantalla, sigue siendo un misterio envuelto en buenas intenciones por sacar una cuarta entrega y la firme declaración de Tom Holland de “querer proteger el legado del personaje”. Toca esperar a que en Marvel Studios y Sony decidan algo.