Piel con cuperosis: qué es, cómo prevenirla y cómo tratarla

La cuperosis es una patología de la piel que afecta a muchas personas, que sienten que su piel es sensible, reactiva, con rojeces, siendo además una piel poco tolerante a las cremas y, cunado se aplican, incluso pueden provocar sensación de ardor y quemazón. El 80 % de las sensibilidades faciales se deben al uso de una cosmética inadecuada, sumado a un factor genético y también ambiental, ya que los climas fríos, secos y ventosos agudizan la sensibilidad de la piel. En este post de mi consultorio de belleza, os voy a dar los mejores consejos para cuidar una piel con esta afección. La cuperosis está relacionada con los vasos sanguíneos de pequeño calibre, por lo que, cuando se padece, la piel presenta pequeñas venitas repartidas en las mejillas, llamadas telangiectasias, o en las aletas de la nariz. A través del diagnóstico online puedes tratar de solucionar este problema de tu piel.

La aparición de esas venitas rojas se debe, como decía, a una dilatación de los vasos sanguíneos de pequeño calibre que están en la superficie de la piel. Esas venitas, ante los cambios de temperatura -como las duchas con agua muy calientes, el esfuerzo físico fuerte como levantamiento de pesas o la realización de ejercicios que se hacen con la cabeza abajo-, se dilatan por el aumento de flujo sanguíneo, pero igual que se dilatan también se deben contraer. Si la piel es sensible, y le sumamos los factores genético y ambiental, esas venitas dilatadas no se contraen, quedando así como ‘tatuadas’ en la piel, y provocando un efecto algo antiestético.

Piel con telangiectasia.

Causas qué desencadenan la cuperosis

La cuperosis se produce porque la piel sensible necesita más nutrición y oxígeno y, ante esos cambios temperatura, o actividades físicas donde se requiere más oxígeno que en condiciones normales, los vasos sanguíneos se dilatan para buscar ese oxígeno y nutrientes.

Remedios para la cuperosis

Para remediar la cuperosis, debes evitar esos cambios de temperatura. No es recomendable, por ejemplo, acudir a spas; debes tener hábitos saludables; es bueno aprender técnicas de relajación… pero, sobre todo, lo mejor es escoger un tratamiento adecuado para ti, como la terapia de frío Frozen de Termosalud, que provoca -en sólo 3 minutos- un shock térmico por el descenso de la temperatura de la piel, favoreciendo el aumento de la circulación sanguínea, llevando nutrientes y reduciendo, por ello, el enrojecimiento y la congestión de la piel, regenerando tejidos y generando un efecto antioxidante por el efecto Bohr, a consecuencia del intercambio de CO2 por oxígeno.

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Por supuesto, también puedes crear una rutina de belleza en casa con tratamientos basados en cremas adecuadas, pero que deben ser recomendadas por expertos tras un buen asesoramiento, porque no todas las pieles con cuperosis necesitan los mismos cosméticos.

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Como último consejo, cuando veas que tu piel se enrojece, puedes, primero, parar y respirar profundamente. Algo tan sencillo como eso consigue llenar tus pulmones después de haberlos vaciado por completo para que puedas llenarlos con aire nuevo. De esta forma oxigenarás mejor tu sangre. También, si tienes a mano un hielo, mételo en la boca y deja que se deshaga lentamente.

Si padeces de piel sensible, con rojeces y venitas no te conformes, pide ayuda para minimizar la sensibilidad y el calibre de los vasos sanguíneos epidérmicos.