“Gustavo Petro y yo hemos orado juntos varias veces y él toma el crucifijo”: capellán de la Casa de Nariño revela secretos espirituales de la familia presidencial

El sacerdote Álvaro Duarte Torres es el capellán de la Casa de Nariño y llegó a la Presidencia desde la posesión del presidente Gustavo Petro en agosto de 2022, por orden de la arquidiócesis de Bogotá, tal como ha ocurrido con todos los sacerdotes y consejeros espirituales de la Iglesia católica que han acompañado históricamente a los jefes de Estado y sus familias.

Duarte, académico universitario, políglota, padre eudista de la provincia del Minuto de Dios, abrió su corazón y reveló los secretos espirituales de la casa presidencial. Lo hizo en una entrevista digital de la arquidiócesis de Bogotá, bajo el liderazgo de la periodista Doris Hernández, quien llegó hasta el oratorio del Palacio de Nariño y lo entrevistó.

El presidente Gustavo Petro insiste en que es un hombre católico.

La primera dama, Verónica Alcocer, según Duarte, “ha venido acá varias veces y son ocasiones especiales para ver a la gente orando”.

“Con el señor presidente Gustavo Petro he tenido una experiencia bonita, hemos orado juntos, varias veces hemos orado juntos, él ha tomado el crucifijo en alguna ocasión. Para mí es una experiencia muy bonita ver cómo el jefe de Estado también ora, acepta la oración. Yo puedo decir, dar testimonio de que he orado varias veces con el señor presidente”, reveló.

Duarte contó que Gustavo Petro “es muy respetuoso conmigo, él me escucha, ha habido una acogida de su parte, son receptivos a lo que diga y haga, me escuchan todos en la familia presidencial”.

Verónica Alcocer –según el sacerdote Álvaro Duarte– llevó a la Virgen Milagrosa a la Casa de Nariño.

El religioso dijo que en la Presidencia hay participación y atención frente a las eucaristías. “Piden que venga, que venga el padre, la gente participa con entusiasmo y gusto”, dijo.

Las misas –según narró– se celebran de lunes a jueves en la Casa de Nariño y los viernes en la oficina del Dapre. “Todos los días oro por Colombia”, manifestó.

“Yo me siento muy feliz en este cargo porque es la pastoral que hago yo; la gente, reitero, es muy receptiva y busca mucho la oración y los sacramentos”, añadió.

En medio de la entrevista, la arquidiócesis de Bogotá mostró las imágenes del oratorio de la Casa de Nariño, un lugar pequeño, pero tranquilo, adornado con la imagen de la Virgen Milagrosa. “La primera dama es muy devota de la Virgen, ella fue quien trajo la imagen y ha promovido entre nosotros esa devoción a la medalla milagrosa”, confesó.

Padre Álvaro Duarte Torres, capellán de la Casa de Nariño.

Álvaro Duarte dijo que en la Casa de Nariño hay buen ambiente laboral. “Es de comunidad, de participación, es un ambiente muy positivo, tienen deseos de la palabra de Dios”.

Sobre Colombia, el sacerdote manifestó que es importante que haya paz, diálogo y ayuda mutua.

El sacerdote –como ha ocurrido históricamente en la Casa de Nariño– tiene un contrato y dentro de sus funciones tiene que estar a disposición de los eventos y actividades internas y externas donde lo requieran.

Igualmente, proponer y acompañar al Grupo de Bienestar y Desarrollo de la Casa de Nariño, en los espacios de interacción entre los servidores públicos de la entidad, apoyar las actividades de fortalecimiento de principios y valores, organizadas por el Grupo de Bienestar y Desarrollo, en las que participen los servidores públicos y sus familias.

Y promover el desarrollo de actividades que mejoren la calidad de vida de los servidores públicos y sus familias, propendiendo en todo momento por el desarrollo personal e intelectual para la toma de decisiones y la solución de problemas.