La maniobra de Laporta para que Araújo pague los platos rotos del Barça y justificar su venta
Ronald Araújo es la piñata de las críticas en Barcelona. Después de cometer un grave error que dejó al Barça con 10 hombres ante el PSG y que posibilitó la remontada de los parisinos en los cuartos de final de la Champions League, el uruguayo se colocó en el punto de mira de la afición, prensa y directiva azulgrana. La derrota contra el Real Madrid solo empeoró las cosas en la Ciudad Condal y completó una semana trágica.
El central sudamericano pondría la guinda ante el Valencia, donde protagonizó otro penalti torpe ante Peter Federico, y ante el Girona, donde falló a lo grande en el primer gol. Aunque Cancelo y Cubarsí también salieron en las fotos de los goles, todos los palos fueron a parar a Araújo.
El uruguayo sufre una campaña de descrédito en las últimas semanas, donde para algunos ha pasado de ser uno de los mejores centrales del mundo a un futbolista prescindible y, por lo tanto, transferible. No es ningún secreto que este verano va a haber “ventas dolorosas” en Barcelona y así lo ha anunciado Laporta.
Del mismo modo que a nadie se le escapa que uno de los nombres con mejor cartel en Europa es Ronald Araújo, por el que el Bayern de Múnich insistió con fuerza el pasado mercado de invierno. Aunque Xavi Hernández protegió a Araújo en rueda de prensa tras el último encuentro, su nombre ya está en las quinielas para abandonar el Barça y en la rampa de salida.
Araújo protesta tras derribar a Peter Federico contra el Valencia. (AFP7)
Araújo protesta tras derribar a Peter Federico contra el Valencia. (AFP7)
Xavi lo quiere, pero alguien debe dejar dinero
Preguntado sobre los errores individuales, el técnico catalán brindó un abrigo al defensor uruguayo: “Araujo es joven. Son aprendizajes, nos tiene que servir de cara al futuro. Todos debemos competir mejor para ganar estos duelos. Cuando el partido está alto, hay que controlar estos detalles, pero nos ha salvado muchas veces”. Para Xavi, Araújo es una pieza trascendental en la seguridad defensiva de su equipo por su capacidad para corregir hacia atrás, su contundencia sin la pelota y su impacto a balón parado. La directiva no piensa lo mismo.
No es el único jugador que empieza a sentir la presión para aliviar los problemas económicos del Barça. La junta directiva encabezada por Joan Laporta pretende ajustar los salarios de Robert Lewandowski y Frenkie de Jong ante el roto económico causado por Libero, la necesidad de ingresar 100 millones de euros y el nuevo acuerdo con Nike que no llega.
Araújo está viviendo su peor momento en el Barça. (Reuters/Albert Gea)
Araújo está viviendo su peor momento en el Barça. (Reuters/Albert Gea)
Las presiones de Laporta para vender jugadores
En este sentido, cabe recordar que las tácticas de la junta directiva del Barça para doblegar la voluntad de sus jugadores ya son célebres y conocidas.
Por ejemplo, en el verano de 2022, los directivos azulgranas reunieron a diversos periodistas que cubren la actualidad del Barça para pedirles ayuda, presionar a Frenkie de Jong y poder traspasar al centrocampista neerlandés a las filas del Manchester United.
La cortina de humo de Laporta para inflar a los jugadores del Barça y engañar al mercado
Albert Ortega. BarcelonaEl presidente del Barça filtra que hay grandes ofertas por los jugadores de la plantilla que se rechazan con el objetivo de conseguir mayores cantidades de las posibles ventas
Incluso se dijo que su contrato era ilegal a causa del diferimiento de salario con Josep Maria Bartomeu. De este modo, el club lograría amortiguar sus problemas financieros y deshacerse del jugador que más cobraba (y sigue cobrando de la plantilla). La directiva filtró su sueldo cuando intentó venderlo al Manchester United en el verano de 2022.
El jugador confesó en una entrevista en The European Lad que fue la junta quien lo empujó a salir. “Yo culpo a esta gente [los que le querían fuera], pero no tengo nada que ver con ellos. Sí, para mí son el Barça porque lo dirigen”, afirmó con contundencia el centrocampista. Araújo, cuyo frente abierto con Gündogan por sus palabras creó un cisma en Barcelona, se prepara para sufrir un verano lleno de dudas y que podría acabar lejos de la Ciudad Condal.