COAR: colegios que transforman vidas

A mediados de enero pasado, Aldair Durán y Daphne Fernández llegaron desde Estados Unidos, contentos y llevando colgadas al cuello las medallas de oro y bronce que habían ganado en la Olimpiada Copérnico, imponiéndose ante 350 estudiantes de 57 países. Ellos son alumnos del Colegio de Alto Rendimiento (COAR) Lima y se prepararon durante las vacaciones de verano para vencer en esa competencia.

Aldair logró la medalla de oro en la categoría 2 de las disciplinas de Física y Astronomía, y Daphne logró la medalla de bronce en la categoría 4 de la disciplina de Ciencias Naturales. Antes debieron sortear una primera fase de evaluación de manera virtual y luego viajaron hasta Houston, EE. UU., para demostrar in situ todo lo que sabían. Y no defraudaron.

“Me preparé dividiendo el balotario por distintos temas y buscando los libros que tenían la información. Estudié tres o cuatro horas diarias”, ha contado Aldair. En el área de Ciencias Naturales, Daphne debió demostrar sus conocimientos en biología, química, física, astronomía y ciencias de la Tierra. “Desde la biología, investigando, se puede llegar a muchos avances que pueden ayudar a las comunidades”, dice. De más grande quiere estudiar Biología.

Los dos son parte de una comunidad de estudiantes que pertenecen a los Colegios de Alto Rendimiento (COAR), con sedes en cada región del país y que reciben a los mejores alumnos de los colegios peruanos. El éxito de Aldair y Daphne es el más reciente de los muchos logros alcanzados por otros compañeros de Lima o de regiones. Actualmente, son 7.500 alumnos en los 25 colegios que existen. Estudian allí el tercer, cuarto y quinto año de secundaria.

Como todos los años, en el mes de febrero se realiza la convocatoria al examen de admisión. Este 2024 se presentaron 28.600 postulantes buscando conseguir una de las 2.535 vacantes que hay. Todo un récord. La evaluación  tiene dos fases: una primera de conocimientos y una segunda de entrevista personal. La primera se realizó el 18 de febrero y todos aquellos que calificaron tuvieron su segunda evaluación ayer sábado y hoy domingo. Solo pueden postular los chicos que provienen de escuelas públicas.

“Estos colegios brindan la oportunidad a estudiantes con un alto rendimiento académico de tener un conjunto de aprendizajes que les permitan ir por la vida. Tienen la posibilidad de aprender no solo los cursos de la educación básica regular, sino también un plus adicional que es el bachillerato internacional que les permitirá el crecimiento personal. También se ve la parte emocional, social y afectiva”, explica Elvira Pacherres, directora de Educación Básica para Estudiantes con Desempeño Sobresaliente y Alto Rendimiento del Ministerio de Educación.

Los COAR funcionan como un internado. Los estudiantes acuden a clases de lunes a viernes y pernoctan en la sede donde estudian. Además de los salones de clases, los colegios cuentan con laboratorios, comedor, dormitorios. En muchos casos, como en el COAR Lima, que funciona dentro del Centro Vacacional Huampaní, en Chosica, hay zonas para hacer deporte y piscina.

Nuevas oportunidades

Este 2024, Angelo Santa Cruz pasa a quinto año en el COAR-Lima. Cuenta que cuando recién ingresó y empezó a estudiar el tercero de media, el cambio con su anterior colegio fue notorio. Ocurre que por la pandemia del COVID-19, él hizo el segundo de media de manera virtual con los programas de ‘Aprendo en casa’. No obstante, siempre fue de los mejores de su salón. Su llegada al COAR-Lima fue un gran cambio.

“Aquí todo ya fue presencial. Los profesores nos enseñaban los temas y había una amplia variedad de cosas que tratar, un horario de estudio más amplio. Las clases eran más largas y tenían mayor dificultad. Por eso debíamos esforzarnos en aprender”, cuenta.

Un día normal para él, y para sus compañeros, empieza a las 6 a.m. A esa hora, todos los estudiantes se levantan para ir preparando sus cosas. A las 7 a.m. toman desayuno y a las 7:40 a.m. ya están en el aula de clases. Estas se prolongan hasta las 6 p.m. con dos breaks y un espacio para el almuerzo. A las 8:30 p.m. ya deben estar en sus dormitorios.

Los alumnos de los COAR tienen posibilidades de hacer cursos electivos y muchas instituciones les ofrecen cursos o becas para seguir estudiando. “Hay muchas oportunidades de seguir aprendiendo”, dice Angelo. A partir del cuarto año pueden llevar el plan de bachillerato internacional (IB), un programa educativo de alto estándar que profundiza sus conocimientos en investigación, redacción de monografías, inglés y gestión del tiempo. Esa formación puede abrirles las puertas a las mejores universidades de aquí y el extranjero.

Sin embargo, como todo programa público, también tiene problemas. El año pasado un grupo de padres del COAR-Lima, integrantes del Consejo Educativo Institucional (Conei), organizó una protesta señalando que los chicos tenían computadoras obsoletas, no se habían renovado los laboratorios y mobiliario, y que durante varios años no se les dio mantenimiento preventivo a los equipos. De igual manera, a lo largo de los años, las vacantes han ido disminuyendo: el 2020 fueron 2.700 vacantes, el 2022 fueron 2.677. Y este año han sido 2.535.

A pesar de ello, y esperando que las falencias se hayan corregido, los COAR son un sistema educativo que les da la oportunidad a jóvenes estudiosos, pero de escasos recursos, de acceder a una alta formación académica. “Están preparados para postular a cualquier universidad. Y hay muchas oportunidades que les pueden brindar un futuro brillante”, dice Elvira Pacherres, del Minedu. Siempre la educación de calidad abre puertas y ventanas de oportunidad a quienes la reciben.

Mentes que brillan

En diciembre del 2023, estudiantes del COAR La Libertad ganaron en los Emiratos Árabes Unidos el prestigioso Premio Zayed a la Sostenibilidad, dotado con 100.000 dólares. Su proyecto propone mejorar un canal prehispánico de riego en beneficio de 35.000 habitantes del valle de Laredo.

En noviembre del año pasado, Josué Salinas y Jhonwiller Gutiérrez, del COAR de Junín, obtuvieron dos medallas de bronce en la II Olimpiada Mundial Abierta de Astronomía, que se realizó en la ciudad de Sochi, en Rusia.

También en noviembre del año pasado, Mary Calisaya, del COAR Puno, Yamila Rivas y Victoria Pajuelo, del COAR Lima, formaron parte de la delegación peruana que visitó la NASA. Ellas participaron en talleres de robótica y dialogaron con astronautas sobre ciencia.

En julio del 2023, Hernán Tadeo Huamán, del COAR Cajamarca, obtuvo medalla de bronce en la final de la Olimpiada Copérnico de Matemáticas, en Nueva York, EEUU.