IndyCar Long Beach: Dixon brilla y gana un día más a contrapié; Palou, 3º

Da igual cómo sea una carrera de la IndyCar, da igual lo que pase, cómo sean las estrategias. Scott Dixon siempre está ahí. El veterano piloto de 43 años volvió a ofrecer una masterclass en Long Beach, con una estrategia de paradas adelantada, donde tuvo que gestionar a la perfección neumáticos más viejos y estirar un combustible que le tenía que durar, para lograr la victoria en la segunda cita de la temporada 2024.

El neozelandés se impuso así a los pilotos que iban a su mismo planteamiento y al grupo que mantuvo el original después de un Safety Car, a saber, Colton Herta, que terminó segundo, y Alex Palou, que finalizó tercero. El español aprovechó su sexta posición de salida, ganó posiciones siempre que lo vio claro, ayudado además por Ganassi en las paradas, y llegó a luchar por la segunda plaza en un final a cuatro bandas entre los dos pilotos ya nombrados y Josef Newgarden, que en principio era quien más opositaba al triunfo, antes de sufrir problemas. El catalán aseguró el primer podio puntuable de la temporada.

Recuerda cómo fue la clasificación en Long Beach:

Lo primero en lo que hubo que fijarse fueron los neumáticos. Todos los pilotos salieron con gomas duras, a excepción de Will Power, segundo, Kyle Kirkwood, décimo, y más allá del Top 10, Alexander Rossi, Rinus VeeKay, Pietro Fittipaldi, Jack Harvey y Sting Robb, con los blandos.

En la salida, Felix Rosenqvist trató de mantener la pole sobre Power, pero el de Penske hizo valer sus gomas más blandas para pasarle en las primeras curvas. Detrás, quedaron Josef Newgarden, Marcus Ericsson, Colton Herta y Alex Palou, que trató de ganar algunas posiciones, aunque finalmente se quedó en su puesto original. Por detrás, pronto llegó la primera parada, de Rossi, después de que su compañero Pato O’Ward le tocara y le dañara la parte trasera, incluido el neumático. Al mexicano le impusieron un drive-through que cumplió unas vueltas después, quedando los McLaren al fondo de la tabla.

Power se vio delante y empezó a tirar. El #2 pronto se vio con con más de 4 segundos de ventaja, pasada la octava vuelta de las 85 programadas. Quien cayó de la parte delantera mientras tanto fue Rosenqvist. Pese a la pole, el sueco no tenía ritmo y fue rebasado por Newgarden, Ericsson, Herta y Palou, que se colocó quinto.

En la 15ª vuelta, Power tenía ya más de 6 segundos y medio sobre el pelotón, exprimiendo aún los blandos. Fue entonces cuando llegó la primera bandera amarilla de la carrera, a causa de un incidente de Christian Rasmussen. El #20 sufrió un trompo y acabó en el muro. Además, su coche fue de un extremo de la pista a otro. Jack Harvey, que venía detrás, trató de evitarlo, pero acabó con daños en su coche de Dale Coyne.

Con la detención, llegaron las primeras paradas en boxes. Delante, el único que se detuvo fue el líder, Power, para cambiar de blandos a duros. Palou, junto a sus compañeros del grupo delantero, se quedó. En la parte intermedia entraron otros pilotos, como Scott Dixon, Christian Lundgaard, Kyle Kirkwood o Scott McLaughlin. Precisamente, Lundgaard tuvo un toque con Kirkwood por un ‘unsafe release’, por el que Dirección de Carrera le obligó a perder la posición con otros cinco coches.

La carrera se reanudó al comienzo de la vuelta 20, sin cambios de posiciones significativos. Detrás ocurrió lo mismo hasta que, en la vuelta 25, Dixon fue capaz de rebasar a Power, tirando de mejor tracción. Después, el rookie Nolan Siegel hizo lo propio con el de Penske.

Fue a partir de la vuelta 30 cuando empezaron a parar los pilotos con gomas duras. Palou tardó un giro más en comparación a Newgarden y a Ericsson, quedándose detrás de Herta. El de Sant Antoni de Vilamajor apretó en esa vuelta y logró hacerle el ‘overcut’ y ganarle la posición a Ericson en la parada. Después, protagonizó una férrea defensa sobre el de Andretti Global, para rematar la faena.

Así, Palou se situó tercero virtual, detrás de Newgarden y Herta. El californiano paró una vuelta después del español y no tuvo problemas para mantenerse delante. El trío quedó en la parte intermedia de la tabla, a la espera de que volvieran a parar los pilotos con distinta estrategia. Entre ellos, el liderato en pista era para Dixon, seguido de Power, Kirkwood, McLaughlin y Graham Rahal.

La situación se mantuvo tranquila posteriormente. El grupo de Newgarden, Palou y Herta ganó algunas posiciones, con los dos últimos a unos cuatro segundos del primero, teniendo que acercarse. Mientras tanto, la duda era cuándo se detendría la cabeza de carrera. Algo que ocurrió en la vuelta 52, un giro después que lo hiciera Graham Rahal, que tuvo un problema con la manguera de gasolina, al quedarse enganchada.

Dixon optó por volver a montar el blando en la segunda parada, mientras que Power montó el duro. McLaughlin también paró, y un giro después lo hizo Kirkwood. Esto hizo que Newgarden, Herta y Palou pasaran a cabeza de carrera, sobre Ericsson, Romain Grosjean y Rosenqvist.

La estrategia del grupo de Dixon apuntaba entonces a la ganadora, pero quedaba por ver si tendrían que parar otra vez, ya que tenían ante sí más de 30 vueltas con las mismas gomas y con el combustible. Con esta situación, fue en la vuelta 59 cuando se abrió la veda para el grupo de Newgarden. Precisamente, fue el estadounidense quien se detuvo primero. Mantuvo los neumáticos duros y logró salir delante de Power.

Después, llegó la parada de Herta y Palou. Ambos montaron neumáticos blandos, y el americano de Andretti logró ganarle la posición a Power, con algo menos de ritmo con los compuestos duros. Y Palou salió justo detrás de ellos.

De esta forma, ya se formó una clasificación real, con convergencia de estrategias, donde lideraba Dixon por 5 segundos sobre Newgarden, aunque el de Penske iba seguro en cuanto combustible, y con mejores gomas. Y a 10 segundos, vinieron Herta, Power y Palou. Todo ello a falta de 20 vueltas para el final.

Sin embargo, Palou también hizo valer sus gomas blandas y rebasó a Power para colocarse cuarto. Con ello, la carrera quedó en dos peleas: la de la victoria, con Newgarden recortándole varias décimas por vuelta a Dixon, y la del podio, con Palou a 1.3 segundos de Herta. Ello mientras detrás hubo algún abandono, el de Scott McLaughlin, por problemas mecánicos.

Todo lo poco que le costó a Newgarden recortar la diferencia se tradujo después en varias dificultades para superar a Dixon, mientras se acercaba el dúo trasero. Tanto, que a 10 vueltas del final el grupo de cabeza pasó de ser de dos a ser de cuatro. Y tras ello, llegaron unos problemas inesperados para Newgarden. Herta tocó al #2 en la parte trasera, y a raíz de eso el coche Penske se quedó calado.

Esto propició que Herta y Palou le adelantaran, quedando segundo y tercero a un segundo de Dixon, y con Newgarden pegado tras recuperarse. Mientras tanto, Dixon siguió gestionando neumáticos, combustible… y doblados, metiéndolos entre él, Herta y Palou, a 6 del final.

Los últimos giros fueron un ejemplo de gestión de Dixon, como lo fue toda la carrera, para acabar ganando delante de Herta y Palou. Detrás, el Top 10 quedó con Newgarden, Ericsson, Power, Kirkwood, Grosjean, Rosenqvist y Rossi. Mención especial para Theo Pourchaire, que debutó en la IndyCar en la undécima posición.