Gustavo Petro, tras la muerte de cuatro soldados: “La ofensiva contra el EMC en el Cauca debe ser total”

Gustavo Petro en Bogotá, el 1 de mayo.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, reiteró este domingo la orden de arreciar los ataques contra el frente Carlos Patiño, un grupo disidente de la extinta guerrilla de las FARC que está afiliado al llamado Estado Mayor Central (EMC). “La ofensiva contra el EMC en el Cauca debe ser total. Son asesinos del pueblo y traficantes. Si el presidente tiene que ir, el presidente irá”, dijo en su cuenta de X, su red social preferida. Fue su respuesta a la noticia de que, en enfrentamientos que ya duraban cinco días, habían muerto cuatro soldados en la vereda Bolivia, en el municipio de Argelia: Camilo Molina Morales, Javier Sosa Ballesteros, Jorge Fuentes Santiago y Jairo Urrego David.

El EMC respondió al presidente, también a través de X. Anunciaron que la “ofensiva total”, cierra las posibilidades del diálogo, justo cuando la mesa para ello, acordada en octubre de 2023, pasa por una profunda crisis en la que una parte de los grupos afiliados a la disidencia se han levantado de ella. Entre los grupos con los que se ha roto la negociación está justamente el Carlos Patiño. La cuenta de Twitter del EMC, que aparentemente está en control del sector que ha roto el diálogo, comparó a Petro con los gobiernos anteriores, y cita el refrán “mal paga el diablo a quien bien le sirve”.

La agudeza de unos combates que ya incluyen el uso de artillería del lado de la Fuerza Pública se traducen en un enconado debate por el manejo de los cuerpos de los soldados fallecidos. El Ejército afirmó el sábado en la noche que los tenía en su poder, mientras los disidentes publicaron una serie de mensajes y fotografías contradiciendo esa información: “Mentiras para ganar la guerra: las Fuerzas Militares no recuperaron cuerpos de soldados como dicen. Las FARC-EP custodiamos y entregamos a misión humanitaria, ante abandono, descomposición y por respeto a sus familias. No fueron profanados, fueron custodiados. Hay que tener honor militar”, aseguraron.

En la tarde del sábado circularon audios con las voces de los soldados pidiendo ayuda urgente para el combate: “No podemos tirarnos al hueco porque nos tienen rodeados por todos los puntos. Si nos tiramos al hueco, nos matan a todos”, explicaba uno de ellos a un coronel. Más adelante, se escuchaba: “Llevamos tres horas de combate muy duro. Nos dejaron morir”. Al fondo, sonaban ráfagas de fusil. La inteligencia militar también reveló un audio en el que se escucha a un hombre decir: “Nada de coger prisioneros, todo hijueputa [sic] le mochan la cabeza”. Las autoridades informaron que se trata de alias Dumar o Chito, cabecilla de la compañía Alberto Poño, una estructura del frente Carlos Patiño. Presuntamente se refiere a la “acción demencial” que él lideró, según explicaron las Fuerzas Militares en su cuenta de X.

Un integrante del EMC en San Vicente del Caguán, en abril de 2023.

Los operativos militares cumplen casi un mes en la zona del cañón del río Micay, que sirve de vía de comunicación entre la poblada zona andina y el litoral sobre el océano Pacífico. A mediados de marzo, el Gobierno suspendió el cese al fuego con los grupos del EMC en Cauca y los vecinos departamentos de Nariño y Valle del Cauca. Pese al golpe militar por la muerte de los cuatro soldados, Hélder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares desde la llegada de Petro a la presidencia, confirmó que los operativos continuarán.

La violencia se ha ensañado con el Cauca, donde operan las disidencias de las extintas FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la guerrilla activa más antigua en Colombia. Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), el departamento registró el año pasado el mayor número de asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos, con 38 de los 188 casos contabilizados en Colombia. “En el departamento del Cauca, los indígenas nasa que se oponen a los abusos cometidos por grupos armados han sido amenazados y asesinados. Los enfrentamientos entre grupos armados han dejado más de 6.500 personas desplazadas o confinadas”, señaló Human Rights Watch en su informe mundial 2024.

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