Estos son los animales que iban en el Arca de Noé: las diferencias de la historia contada por la Biblia y la mirada de los científicos y los artistas
El Arca de Noé es uno de los relatos más famosos de la Biblia. Pero, ¿qué animales acompañaron a Noé en el barco que él mismo construyó? Existen ciertas diferencias en la antigua historia contada por la Biblia y en la mirada de científicos y artistas.
¡Conocé, a continuación, las diversas interpretaciones de esta famosa historia!
¿Qué animales viajaron en el arca de Noé según la biblia?
Según un artículo de National Geographic, en el relato bíblico del libro del Génesis, Noé recibió instrucciones divinas para construir un arca y llevar consigo a su familia y a una pareja de cada especie animal, macho y hembra, para preservar la vida durante el diluvio.
Sin embargo, solo dos especies fueron mencionadas en el texto de la biblia, una paloma y un cuervo. La interpretación de qué otras criaturas acompañaron a Noé y su familia ha sido objeto de especulación tanto por parte de artistas como de científicos a lo largo de los siglos.
¿Qué animales viajaron en el Arca de Noé según la ciencia?
A medida que avanzaba la Edad Media, el relato del Arca de Noé dejó de considerarse simplemente como una alegoría y se empezó a interpretar como un evento histórico literal, desencadenando un debate intenso entre eruditos sobre qué especies habrían estado realmente presentes en el arca.
- Jean Borrell, un matemático francés también conocido como Johannes Buteo, argumentaba que 93 tipos de mamíferos habrían sido llevados a bordo del arca de Noé. Según su teoría, las demás especies habrían surgido de forma espontánea del barro, por lo tanto, no serían necesarias de salvar.
- El jesuita español Benito Periera propuso la idea de que ciertos insectos, como las moscas, no requerían ser llevados al arca, ya que se generaban a partir de los cadáveres de otros organismos de los que se alimentaban.
- Por otro lado, el explorador británico Sir Walter Raleigh planteó la hipótesis de que especies “híbridas”, como las mulas, no estaban presentes en el arca porque simplemente no existían en ese período histórico.
Otro de los investigadores que abordó esta cuestión fue Athanasius Kircher, un erudito polímata y jesuita alemán. En su libro de 1675 titulado “Arca Noë”, Kircher examinó minuciosamente todos los aspectos relacionados con la selección, el cuidado y la disposición de los animales en el arca.
Sus ideas sobre la vida en el arca destacaron especialmente debido a su enfoque extremo en la teoría de la hibridación, una idea también respaldada por Raleigh y otros científicos de la época.
Kircher propuso la controvertida noción de que muchas especies terrestres eran en realidad híbridos y podrían haber sido excluidas del arca sin riesgo alguno. Entre estas especulaciones, Kircher imaginó que las jirafas podrían ser un híbrido entre camello y leopardo, y que los armadillos podrían ser el resultado de un apareamiento entre tortugas y puercoespines. Sin embargo, ninguna de estas teorías era verdadera.
Impulsado por las posibilidades que estas ideas de “híbridos” ofrecían, Kircher calculó que Noé solo habría necesitado llevar a bordo del arca 130 tipos de mamíferos cuadrúpedos, 30 especies de serpientes y 150 especies de aves para repoblar la Tierra después del diluvio.
¿Qué animales viajaron en el Arca de Noé según los artistas?
La representación artística del Arca de Noé ofrece una perspectiva fascinante sobre cómo los artistas medievales interpretaron el relato bíblico, a menudo basándose en su entorno familiar y en el creciente contacto con el mundo exterior.
Los artistas europeos, con su limitado conocimiento de la fauna mundial, tendían a incluir animales que les resultaban familiares en su vida diaria. Ejemplos como el Antiguo Hexaedro inglés, que muestra animales domésticos comunes en Europa como vacas, cabras y cerdos, reflejan esta tendencia.
Sin embargo, la representación de animales exóticos en otros manuscritos señala el creciente intercambio cultural entre Europa y el resto del mundo, primero a través del comercio y luego de la exploración internacional.
En el siglo XV, escultores de la catedral de Norwich (Inglaterra) representaron a Noé acompañado no solo de animales comunes, sino también de especies más exóticas como monos, jirafas, pavos reales y leones. Incluso incluyeron la figura extravagante de un unicornio en el arca.
Según el experto Morrison, la gente medieval interpretaba las historias de animales desconocidos según su propia imaginación debido a la falta de acceso a la información.
Por lo tanto, bestias legendarias como unicornios, grifos y dragones se entremezclaban frecuentemente con animales reales en los bestiarios y textos iluminados que representaban el arca de Noé.