Especialistas afirman que creación de universidades responde a intereses particulares y no educativos
Especialistas afirman que creación de universidades responde a intereses particulares y no educativos
Desde el año 2021 hasta el 2024, el Congreso de La República ha presentado 106 proyectos de ley que buscan la creación de universidades nacionales. Parte de ellas ya han sido publicadas y retiradas. En la actualidad, son 69 propuestas impulsadas por los diferentes parlamentarios que están siguiendo su curso para finalmente ser promulgadas por el Poder Ejecutivo.
Esta especie de fiebre de creación de nuevas universidades ya ha sido alertada debido a la falta de sustento técnico en el intento de crearse de forma indiscriminada. Los exministros de Educación, Flor Pablo, Juan Cadillo León, Ricardo Cuenca, y la exjefa de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), Lorena Masías, han cuestionado estas propuestas sin sustento que son impulsadas por puro populismo.
Propuestas juegan con las expectativas de la población
La exministra de Educación, Flor Pablo, ha expresado fuertes críticas hacia las iniciativas que buscan la creación de nuevas universidades en el Perú. La actual congresista cuestionó estas propuestas como estrategias populistas e irresponsables que juegan con las expectativas de los ciudadanos, las familias y los jóvenes.
“Efectivamente, la proliferación de proyectos de ley que proponen crear universidades son estrategias populistas e irresponsables, juegan con la expectativa de los pueblos, de las familias y los jóvenes. La Ley Universitaria exige opinión positiva del Minedu y del MEF, pero esto no es considerado ni por la Comisión de Educación ni por el Pleno del Congreso, lo que vulnera el rol de poder ejecutivo (Minedu) como rector del sistema educativo”, dijo.
En lugar de enfocarse en la creación de nuevas instituciones, la congresista instó a fortalecer las universidades públicas, que atraviesan una crisis evidente. Señaló que la matrícula en estas instituciones ha descendido del 30% al 26% entre 2018 y 2022, lo que destaca la importancia de seguir impulsando la política y el plan de educación superior establecidos.
Por su parte, Ricardo Cuenca coincidió con Pablo y expresó su preocupación por esta lluvia de universidades, las cuales considera carentes de fundamentos sólidos dentro del marco de una verdadera reforma.
“Son unas propuestas que no tienen ningún asidero en el marco de una reforma universitaria. Como la reforma ya acabó están haciendo uso de su potestad a la hora de legislar para un conjunto de universidades o proyectos porque no van a ser seguramente universidades salvo en el papel por un asunto de intereses particulares. Los congresistas ofrecen a sus votantes la creación de universidades sin tomar en consideración como funciona el sistema universitario. Por lo tanto, aprueban un conjunto de leyes y declaratorias que no van a tener ningún asidero en el futuro”, dijo.
Toda creación de universidad debe seguir un proceso meticuloso
Evaluar la creación de nuevas universidades implica en un proceso meticuloso, así lo considera, la exsuperintendente de la Sunedu, Lorena Masías, quien afirma que para promulgarse una universidad se debe considerar no solo la disponibilidad de la oferta, sino también que las universidades públicas cuenten con los recursos necesarios para ofrecer una educación de calidad. Masías sostiene que el papel fundamental que desempeñan las universidades como proveedoras de un servicio público se debe basar en un plan de gestión de calidad de la planta docente y un plan de investigación con responsabilidades que vayan más allá de la simple impartición de conocimientos.
Creación de universidades ignoran las actuales ofertas educativas
Por último, Juan Cadillo expresó su preocupación sobre las diversas propuestas de creación de nuevas universidades públicas en Perú, el exministro de Educación argumentó que esta medida debe ser abordada con extrema cautela. Él destacó que, aunque incrementar la oferta de educación superior y facilitar el acceso son aspectos positivos, el país requiere prioritariamente profesionales técnicos altamente calificados en lugar de más graduados universitarios. En este sentido, propuso que sería más beneficioso concentrar los esfuerzos en mejorar y expandir la educación técnica superior a través de institutos tecnológicos especializados.
Finalmente, Cadillo advierte que cualquier oferta educativa que ignore la infraestructura, una planta docente calificada, así como los estándares rigurosos de calidad para obtener acreditación y reconocimiento podría resultar en una propuesta populista que genera falsas expectativas entre la población, en lugar de responder efectivamente a sus necesidades y las del desarrollo nacional.