'El caso Asunta': las teorías, la historia real y sus diferencias con la serie de Netflix

'El caso Asunta': las teorías, la historia real y sus diferencias con la serie de Netflix

En los últimos años el auge de las producciones audiovisuales true crime es un hecho, especialmente en plataformas de streaming como Netflix, que posee éxitos de audiencia como las series Dahmer y El cuerpo en llamas o los documentales El caso Alcàsser y ¿Dónde está Marta?

Este tipo de proyectos también tienen sus detractores, pero es cierto que el cine y la televisión poseen la función pedagógica de representar la realidad y actuar como vehículo cultural entre generaciones. Uno de los más reciente estrenos de la plataforma, la ficción El caso Asunta, se ha situado en el top 10 global de series más vistas desde el momento de su lanzamiento.

La historia del asesinato de la niña gallega Asunta Basterra Porto a manos de, presuntamente, sus padres Rosario Porto (interpretada por Candela Peña) y Alfonso Basterra (por Tristán Ulloa) sin duda ha llamado la atención de los espectadores, aunque hay quienes aseguran que es demasiado parecida al documental El caso Asunta: Operación Nenúfar (2017), también disponible en Netflix.

Pero, ¿qué aspectos de la serie han sido creados específicamente por Ramón Campos y el equipo de Bambú Producciones para aportar más consistencia, emoción o ritmo a la trama? ¿Qué elementos, por el contrario, la ficción ha reproducido fielmente de la realidad? Te lo contamos a continuación.

Los guardias civiles y el juez Malvar

Los guardias civiles Ríos (Carlos Blanco) y Cristina (María León) no existieron como tal, sino que fue un grupo extenso de hasta siete agentes el encargado de investigar el crimen de la niña. Dos de ellos, Begoña Rodríguez y Marcos Martínez, estuvieron muy presentes e involucrados en todo el proceso y han servido de inspiración para idear las figuras de estos dos personajes de la serie.

Además, la ficción crea y desarrolla las vidas personales de estos guardias civiles, ambos muy humanos y entregados a sus familias, para ofrecer un fuerte contraste con la trama principal y el supuesto asesinato de Asunta a manos de sus propios padres. Así, vemos a Cristina como una mujer enamorada que está deseando quedarse embarazada y a Ríos como un abuelo entrañable, volcado con su nieta.

Por otra parte, el nombre del juez Malvar (al que da vida magníficamente Javier Gutiérrez) ha sido ficcionado, aunque está claro que el personaje se basa en el magistrado Vázquez Taín, encargado de la instrucción de la investigación y quien desde un principio estuvo determinado a encontrar la verdad. También se ha creado su vida personal familiar, en este caso totalmente ligada a su anciano padre, enfermo de alzhéimer, a quien Malvar dedica gran parte de su tiempo.

El amante de Rosario Porto

Poco se sabe en realidad del famoso amante de Rosario Porto, Manuel, por quien la madre de Asunta estuvo dispuesta a cambiar toda su vida y a dejar atrás a su familia. Nunca apareció en público en su momento y, aunque fue llamado a testificar en el juicio, finalmente su comparecencia fue descartada. Manuel también fue invitado a participar en el documental de El caso Asunta: Operación Nenúfar, algo que rechazó desde un primer momento.

En cuanto a la serie El caso Asunta, Ramón Campos y el resto de guionistas decidieron recrear esta figura del amante de Rosario y llamarlo Vicente (Machi Salgado) en la ficción. Joven, casado, con un bebé recién nacido y sin querer tener nada que ver con la acusada, el personaje ayuda a entender el pasado y divorcio de los dos protagonistas o la depresión crónica a la que parece que hace frente el personaje de Candela Peña. También, a esclarecer parte de la investigación del caso al recibir la visita de los agentes de la guardia civil.

Las dos teorías

El caso Asunta dedica su quinto episodio, el penúltimo de la miniserie, a representar punto por punto dos de las teorías que se barajaron en el juicio por el asesinato de la pequeña, algo que no se había hecho hasta ahora en las antiguas reconstrucciones de los hechos y que la magia de la ficción puede traer a la pantalla.

Así, vemos dos recreaciones de los posibles hechos. La primera, la que señala a Rosario como única autora de la muerte de Asunta al proporcionarle las 27 pastillas de lorazepam y asfixiándola posteriormente en la casa de Montouto, y que asume que Alfonso la encubrió desde un primer momento dada su dependencia hacia ella y su obsesión con que volvieran a ser pareja.

La segunda, la que sitúa a ambos progenitores en la finca y asume que los dos planificaron y colaboraron en el asesinato de su hija. Además, se remonta a meses anteriores del crimen para intentar buscar un motivo por el cual alguno de los dos podría llegar a cometer una atrocidad así, una de las preguntas a las que nunca se ha podido dar respuesta.

Estas dos historias ficcionadas y representadas en base a los indicios y las pruebas presentadas en el juicio ayudan a comprender mejor la trama y a que el espectador pueda decidir, a su propio juicio, cuál es la más convincente para él. Sin olvidar la “tercera teoría” que exculparía a los protagonistas, ya que ellos jamás admitieron su culpabilidad. Sin duda un capítulo justo con la realidad y que enriquece a todas las partes de un caso que dejó muchas incógnitas que, a día de hoy, aún no se han resuelto.

Las pruebas y el juicio

Algo que la serie reproduce con total detalle y fidelidad son las pruebas e indicios que se investigaron en la instrucción, así como muchas de las declaraciones que se hicieron en el juicio celebrado en septiembre de 2015. Así, asistimos a toda la presentación de los hechos como si fuéramos un integrante más del jurado, para poder emitir nuestro propio veredicto tras el visionado de la ficción.

Las cuerdas con las que se encontró atado al cadáver de Asunta, las dosis de lorazepam encontradas en su cuerpo, las grabaciones de la cámara de seguridad de la gasolinera, las conversaciones que mantuvieron Rosario y Alfonso en el calabozo o la joven testigo que situó a Alfonso fuera de su casa junto a Asunta son solo algunas de las pruebas que la ficción explica con detalle y exhaustividad desde su inicio. También deja abiertas todas las preguntas e interrogantes que la investigación no fue capaz de clarificar, ya que ellos sostuvieron desde un principio su inocencia.

Rosario y Alfonso

Además, la serie también reproduce punto por punto algunas de las declaraciones que Rosario y Alfonso pronunciaron durante las jornadas del juicio, así como las defensas y alegatos de sus abogados José Luis Aranguren y Belén Hospido, con quienes los actores Francesc Orella y Alicia Borrachero hacen un trabajo interpretativo espectacular.

No hay que olvidar la veracidad con la que han sido representados los dos máximos protagonistas de todo el caso: Rosario y Alfonso, con los que tanto Candela Peña como Tristán Ulloa realizan uno de los mejores trabajos de toda su carrera. La fragilidad y la irritabilidad que suscita ella, sin olvidar el acento gallego que ha tenido que trabajar, o la frialdad y determinación que presenta él, sin duda evocan perfectamente a la famosa ex pareja condenada a prisión por el asesinato de su hija.

Con todo, El caso Asunta ya se ha convertido en uno de los éxitos de Netflix España del año. Es una reproducción casi documentalizada de la investigación del conocido crimen, enriquecida por sus elementos ficcionados e interpretada con solvencia y vulnerabilidad por todos sus actores protagonistas. Una serie que no inventa ni juzga nada y que simplemente pone sobre la mesa un hecho que aún intriga y conmociona a todo un país.

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