La moda de 2024 será más sobria, fácil y minimalista: así llevarás las camisas blancas y los vaqueros

“¿Quién se pone la ropa que sale en las pasarelas?” Esa es la pregunta más manida con la que todo amante de la moda ha sido sorprendido al menos una vez en su vida (y que le ha hecho poner los ojos en blanco en cada una de esas ocasiones). Lejos de su vocación artística y de las prendas que se plantean imposibles para su uso en el día a día, las pasarelas de primavera-verano 2024 están, precisamente, repletas de looks tan mundanos que nadie se cuestiona su practicidad.

La moda es social y ninguna puntada está aislada de lo que sucede a nuestro alrededor. Por ello, en esta apuesta por lo simple, la industria nos ha llevado a reflexionar sobre el porqué de este giro tan generalizado en (casi) todas las colecciones y entender que quizá estén respondiendo a la recesión que se vive en medio mundo, de ahí que en redes no se haya tardado en ponerle nombre a esta corriente: recessioncore.

Street Style – September 2023 – New York Fashion Week

También, viniendo de un momento marcado por la llamada moda dopamina, por las mezclas de estampados y colores imposibles asociadas a la estética de las danesas y de las chicas portuguesas e cabe pensar es que esta es la respuesta natural de la moda, que después de una gran tendencia, ha decidido viajar de nuevo al extremo contrario.

Negro y blanco: los dos colores más minimalistas y los más repetidos en las colecciones de primavera-verano 2024

Según reporta la plataforma especializada en moda Tagwalk, el negro fue el color más repetido en las pasarelas de primavera-verano 2024 (protagonizando un 30% de los looks), seguido por el blanco (23%), azul (8%) y gris (8%), un hecho de lo más inesperado si hablamos de la temporada estival, cuando los colores vibrantes y pasteles acostumbran a primar frente a las tonalidades neutras.

Líneas depuradas y limpias frente a apuestas atrevidas

Más allá de la predominancia del color negro y de tonalidades neutras, las prendas que han dominado esta temporada no destacan por contar con llamativas texturas, volúmenes o formas imposibles, sino más bien por todo lo contrario. Las líneas son limpias y depuradas y cada prenda parece volver a su origen, primando la confección y el fit.

Si primero fue el lujo silencioso, ahora es el minimalismo de los años 90

Las pasarelas nos llevan de vuelta al minimalismo de los años 90 (una estética que ya se dibuja como una de las principales tendencias del año) y hace que soñemos con esos básicos de armario de alta calidad. Con una camisa blanca, un pantalón sastre, un buen trench… o, en definitiva, prendas eternas que ya a comienzos de este año recalcaban su importancia. Lo hacían siguiendo al fiebre por el lujo silencioso, amparado no solo por pasarelas, sino también por los looks de Shiv Roy en Succession y los cuidados estilismos elegidos por Gwyneth Paltrow en el viral juicio de su accidente de esquí.

Por si no hubiera sido suficiente con esto, la obsesión por la estética Old Money de la generación Z en las redes sociales desencadenó también una fijación en el fondo de armario de alta calidad y de firmas como The Row o Loro Piana.

Los looks de Carolyn Besette-Kennedy en los 90 se convierten ahora en la mejor inspiración para vestir esta primavera.

Todas estas corrientes convergen en el reccesioncore o el minimalismo noventero. Dos fórmulas que ya han dejado estipulado que viviremos un año marcado por los básicos de fondo de armario, los colores neutros y, para muchos, una moda mucho más aburrida que la que lleva dominando el panorama los últimos años.