Ella es Mabe Fratti, la cellista guatemalteca que ha revolucionado la escena musical experimental en México

“Si no sé quién puedo ser, pues soy mi presentimiento”, se le escucha decir a Mabe Fratti en Anónima, la canción que abre el que hasta ahora es su más reciente disco de estudio, Vidrio, un álbum colaborativo en compañía del compositor y también multiinstrumentista Héctor Tosta (también conocido como I La Católica). En un 2023 lleno de ideas, aquel álbum –firmado por ambos bajo el pseudónimo Titanic– fue tan solo uno de tres que fueron editados por la guatemalteca. Si uno tuviera que mencionar un nombre al que la palabra proliferación le quede a la perfección en la escena experimental mexicana, el de Mabe Fratti sería uno de los primeros en venir a la mente.

“No hay mucha expectativa de sacar música, más que te sientas entusiasmada de sacarla”, asegura Mabe Fratti desde su estudio ubicado en algún lugar de la Ciudad de México. Si se piensa bien, es ese presentimiento del que habla aquel que la ha llevado a tener un papel como el que tiene ahora en el mundo musical en el que se desarrolla. Como una de las chelistas más emocionantes de los últimos años, Mabe ha editado una serie de EPs y discos de larga duración que la han llevado a crear un lenguaje propio a través de un instrumento que pareciera haberse quedado en la dinámica clasicista de la que salió alguna vez. Como Joanna Newsom en el arpa, la labor de Fratti en el violonchelo es una dedicada a expandir los límites de su concepción y explorar sus posibilidades a través de todos los recursos a su alcance.

“Es el instrumento que me gustó desde que era chiquita”, dice sobre su pasión por el violonchelo, “las posibilidades del instrumento son muy grandes. El violonchelo tiene cuatro cuerdas con el arco y si lo tocas de una manera clásica en realidad sólo puedes tocar como intervalos y así, no tiene trastes y eso le da cualidades para un sonido más disparejo y que puede ser flexible de una manera muy amplia”. Escuchen alguna canción de su catálogo y lo que dice tiene mucho más sentido. En sus manos el chelo es menos un instrumento que un recurso narrativo. “Están las limitantes y las posibilidades, y son muchísimas las posibilidades. Las limitantes también hasta cierto punto me permiten hacer ciertas cosas con mi voz”.

Ella es Mabe Fratti, la cellista guatemalteca que ha revolucionado la escena musical experimental en México

Se podría decir que así como Owen Pallett logró crear un lenguaje musical contemporáneo a partir de su ejecución con el violín o como el propio Arthur Russel, Mabe Fratti ha hecho lo propio con el violonchelo. Su voz, siempre tan delicada y poderosa como la de la Julia Holter, se hermana con las cuerdas de su instrumento y los elementos electrónicos para darle vida a algo que solo puede ser discreto como sui generis. “Definitivamente me gusta evolucionar. Quizás hay gente que le gusta más explorar el lenguaje que ya encontró, pero a mí me gusta expandirlo o ponerme en una situación incómoda”, asegura sobre sus diferentes etapas, aquellas en las que se ha hecho escuchar de maneras distintas a pesar de su coherencia instrumental.

Una de las más recientes es Se Ve Desde Aquí, su último disco solista a la fecha, editado en 2022. Ahí, la aproximación de Fratti al instrumento es de una belleza particular, más alejada de la dulzura de sus anteriores producciones y más cerca de una oscuridad especial. “Estuve trabajando con Héctor [Tosta] como co-productor y colaborador”, dice sobre el proceso de creación, “Parte de la idea era usar el sonido crudo como una decisión estética. Por ejemplo, tratar de no simular tantos espacios con reverberación o cosas así, que al final de cuentas sí sucedió, pero era tratar de usar el menos maquillaje posible. Por ahí hubo un intento estético de llegar a un lugar y supongo que eso es lo que le da la energía que tiene ese disco”.

Es una energía que parece respirar en la nuca de quien lo escucha. En donde antes había amaneceres de pintura ahora hay una madrugada de sueños complejos. Quizá el punto de partida para Vidrio, un disco en donde el proceso creativo entre ambos se fortaleció. “Mientras estaba haciendo Se Ve Desde Aquí, había momentos en los que Héctor se llevaba un tecladito que tenemos aquí en la casa al cuarto y se ponía a componer. Empezamos a hacer unas canciones y todo surgió de un lugar muy natural’, afirma, ‘Él tiene una habilidad de composición muy poderosa. Empezaron a surgir canciones y la mayoría de las letras son de Héctor. Fue algo muy natural que surgió de tocar juntos, él trayendo composiciones a la mesa, pensando desde su mente (que es más de compositor, más organizada), surgieron estas ideas y salió. Fue muy espontáneo”.

La experiencia llevó a Mabe Fratti a explorar un poco más, a mirar más dentro de ella y acudir a lugares que tal vez no pensó caminar. “Ese es un lugar algo incómodo para mí, el lado súper clásico de la composición”, confiesa, “aunque también me encanta la improvisación, eso fue para mí un paso súper emocionante que seguro en el futuro seguiré implementado. Es algo que me interesa y en este disco que estoy por terminar se ve reflejado. Composición de la forma más clásica y tradicional”.

“Siento que la dinámica ha cambiado. Por ejemplo, en Pies Sobre La Tierra [su disco de 2019] había mucho reverb, había autotune, que es una decisión estética. Después fue despejándose un poco la imagen y la estética que me gusta ahorita es la crudeza, que te ves en un espejo muy bueno, ves los poros de tu piel y eso a mí me gusta, la realidad. Con Se Ve Desde Aquí, Camille Mandoki [amiga, colaboradora y junto con Gibrana Cervantes y Concepción Huerta parte de Amor Muere, otro proyecto de Mabe Fratti] me enseñó unos micrófonos y me quedé loca porque eran unos micrófonos demasiado de alta definición, y tal cual partiendo de algo muy material, como un objeto, surgió la idea de una transformación estética’.

Es una evolución que parece tener lista su siguiente fase. Mabe asegura que su próximo disco saldrá a la luz a mediados de este año y que fue producto de sesiones intensivas de creación. “Fue un encerrón desde Año Nuevo. Nos encerramos para grabar desde el 31 de diciembre y así hemos estado desde entonces”, asegura sobre este disco, “me siento muy emocionada, me gusta mucho cómo salió. Se le hizo un zoom a las letras, Héctor me incentivó a que me clavara mucho en eso, aunque yo soy más musical y melódica. Pero ahora que exploré el lado lírico me siento muy orgullosa. No soy de las personas que escuchan letras, incluso escuchando en español escucho la música, no la letra. Para mí eso fue un despertar”.

Tal vez algunas de esas canciones se escuchen en su próximo gran concierto, uno que tendrá lugar en el Carnaval de Bahidorá de este año en el parque natural Las Estacas, en México. “Me entusiasma tocar en la naturaleza”, dice Mabe sobre el festival que se lleva a cabo en uno de los lugares más paradisíacos del país, “vamos a tocar temprano, vamos a abrir un escenario a la una de la tarde y eso me gusta. Creo que la banda a esa hora está más relajada, es un buen calentamiento para el resto del cartel. Voy a tocar con Héctor Tosta, mi colaborador máximo y con Gibrán Andrade, genio improvisador que toca la batería increíble y tiene un proyecto que se llama Androide que vale la pena revisar, porque es de esas personas que están ahí en el subterráneo de la Ciudad de México y es genial”.

“La música es una extensión del lenguaje”: Conversamos con la productora coreana-americana Yaeji

Yaeji presentará su álbum debut, With A Hammer, por primera vez en México en el Carnaval de Bahidorá. La productora habla de la inspiración detrás de su proyecto.

Ha sido un viaje largo y sustancioso el que ha hecho Mabe Fratti desde su natal Guatemala hasta la Ciudad de México construyendo una carrera impecable en el proceso. “Lo que me conecta con Guatemala es mi corazón”, afirma sobre aquel país en el que “siempre hay un sentimiento de nostalgia con las experiencias de estar allá”. Después de todo fue en Guatemala en donde se enamoró del violonchelo y en donde vivió todas aquellas experiencias que influenciaron la belleza de su arte. La música de Mabe Fratti puede ser descrita de muchas formas pero tal vez la más esencial provenga –y se encuentre siempre– desde su verdadero hogar: “Diría también que Guatemala me ha tocado en la espiritualidad”, concluye después de pensar un poco, “yo no soy nada evangélica pero siento que por ahí en la música me afectó y lo he aceptado cada vez más”.