Las mujeres en la vida de Kyle MacLachlan: Laura Dern, Lara Flynn Boyle, su compromiso truncado con Linda Evangelista y su largo y feliz matrimonio con Desiree Gruber

Con la recién estrenada (y muy bien recibida) Fallout (Prime Video), Kyle MacLachlan (Yakima, Washington, 1959) regresa a la televisión, un medio en el que se ha movido como pez en el agua durante décadas. Siempre será recordado por encarnar al agente del FBI Dale Cooper en Twin Peaks, que revolucionó el panorama catódico en los 90 (y cuya influencia llega a nuestros días), pero también interpretó personajes muy celebrados en otras series importantes, como Sexo en Nueva York, Mujeres desesperadas o Cómo conocí a vuestra madre (donde demostró tener una vis cómica irresistible).

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Por supuesto, no se puede entender la carrera de MacLachlan sin David Lynch, quien años antes de Twin Peaks le concedió su primera gran oportunidad al ofrecerle el papel de Paul Atreides (el mismo que ha abrazado ahora Timothée Chalamet) en la primera adaptación cinematográfica de Dune (1984), cuando Kyle era un completo desconocido que había actuado en unas pocas obras de teatro.

La película fue sin embargo un fracaso de crítica y taquilla (con un presupuesto de 45 millones de dólares, apenas recaudó 30 millones) en su momento (aunque hoy en día es reivindicada por muchos), y el principal perjudicado fue el propio MacLachlan.

Creyendo que su trayectoria iba a despegar, se mudó desde el Pacífico Noroeste, donde había crecido, a Los Ángeles, pero a pesar de presentarse a muchas audiciones (optó incluso al papel de Maverick en Top Gun que se quedó Tom Cruise) fue rechazado una y otra vez y estuvo dos años sin trabajar. Hasta que Lynch acudió al rescate y le dio otra vez uno de los papeles principales en Terciopelo azul (1986), esta sí una de las películas mejor recibidas del realizador y que con el tiempo se ha ganado estatus de obra maestra.

“David Lynch me sacó de la oscuridad cuando me ofreció protagonizar Dune y Terciopelo azul” admitió MacLachlan en 2012 en una entrevista para The Guardian. “Tenía 23 años cuando le conocí, le fui a ver a su bungalow en los estudios de la Universal y jamás podría haber pensado que íbamos a tener una relación tan duradera”.

Una relación que se ha prolongado durante cuatro décadas –Lynch volvió a contar con él para el revival (y continuación directa) de Twin Peaks en 2017– y quién sabe si tendrá continuidad en el futuro porque, de acuerdo a Chris Rodley, biógrafo del director, este siempre ha percibido a MacLachlan como una prolongación de su personalidad en la pantalla (Lynch también se crió en el noroeste de Estados Unidos, entre Montana, Idaho y el propio estado de Washington).

A través de su participación en los proyectos de David Lynch, Kyle MacLachlan conoció asimismo a algunas de las mujeres de su vida. Empezando por Laura Dern (otra actriz predilecta del realizador), con quien coincidió en Terciopelo azul y estuvo saliendo casi cuatro años a raíz de ello.

Laura Dern y Kyle MacLachlan en los 80

Rompieron en 1989 y en no muy buenos términos, aunque hoy en día son muy buenos amigos. Lo sabemos porque MacLachlan ha hablado por primera vez de ello hace solo unas semanas, en su intervención en el podcast de Jesse Tyler Ferguson (actor conocido por Modern Family), donde admitió que él no acabó muy bien la relación y alabó a Dern por mostrarse amable y comprensiva a pesar de ello.

“Éramos unos niños y yo me sentí mal, pero con el tiempo nos reconciliamos, somos muy buenos amigos ahora y yo la adoro”, dijo el actor en el podcast.

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De hecho, volvieron a coincidir en pantalla (una vez más gracias a Lynch) en el revival de Twin Peaks, cuando ella fue reclutada para interpretar a Diane (la secretaria de Cooper a la que nunca vemos en la serie original, pero que es constantemente mencionada en las grabaciones que hace el agente del FBI).

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“Cuando David me dijo que Laura iba a encarnar a Diane, le dije: ‘Es la idea más brillante que has podido tener”, relató MacLachlan a Tyler Ferguson. “Me emocionaba volver a trabajar con ella”.

En el mismo año en el que rompió con Dern, el intérprete comenzó una relación con su compañera de reparto en Twin Peaks, Lara Flynn Boyle (encarnaba a Donna Hayward, la mejor amiga de la difunta Laura Palmer), con la que estuvo algo más de dos años (rompieron poco después de la cancelación de la serie tras una segunda temporada que no alcanzó las mismas cotas de calidad y audiencia que la primera, por muchos motivos que darían para otro artículo).

Kyle MacLachlan y Lara Flynn Boyle a principios de los 90

Su romance llegó a condicionar los guiones de la producción, según se conoció años después a través de testimonios de segundas personas que estuvieron implicadas en ella. Como la actriz Sherilyn Fenn, quien en 2014 reveló a AV Club que Flynn Boyle se opuso frontalmente a que Cooper y su personaje (Fenn interpretaba a la mítica Audrey Horne) intimaran en pantalla, a pesar de la evidente tensión sexual entre ellos.

“A ella no le hacía ninguna gracia que mi personaje recibiese más atención, así que de repente Kyle empezó a decir que nuestros personajes no debían estar juntos porque no iba a quedar bien, porque yo era demasiado joven”, aseguró Fenn.

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Unos años antes, en 2011 y en una entrevista radiofónica, el cocreador de la serie, Mark Frost, ya dejó caer que tuvieron que lidiar con ese problema, aunque en su caso no dio nombres: “Alguien del reparto estaba con otro miembro del reparto, y a este último no le hacía gracia que el primero protagonizara escenas románticas con otra persona… Fue un asunto delicado al que tuvimos que hacer frente, y rápidamente”.

No se sabe por qué Flynn Boyle y MacLachlan rompieron, pero luego ella salió con otros actores, como David Spade o Jack Nicholson, que era 33 años mayor que ella. Él, por su parte, rehizo su vida con otra mujer de perfil alto, especialmente en aquellos años: la supermodelo canadiense Linda Evangelista.

Se conocieron en 1992 durante una sesión de fotos para una campaña que protagonizaron para Barneys New York, unos ya extintos grandes almacenes neoyorquinos, y el flechazo fue instantáneo, a pesar de que ella estaba casada con Gérald Marie, el entonces presidente de la conocida agencia Elite y él no sabía ni quién era Evangelista, según reconoció a The Guardian en el año 2000:

Kyle MacLachlan y Linda Evangelista en Cannes en 1995

“Sabía que era una modelo y fantaseaba con que se pareciese a Helena Christensen o algo así… La conocí ahí y me quedé bastante prendado y creo que a ella le pasó lo mismo”.

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Poco después, Evangelista dejó a Marie y comenzó una relación con MacLachlan que se prolongó durante seis años y que fue muy mediática, algo a lo que él no estaba precisamente acostumbrado, pero no dudó en dejar su carrera un poco apartada –lo que no quita que encarnara algunos personajes recordados, como en Los Picapiedra y Showgirls– para acompañar a su pareja en sus compromisos profesionales por todo el mundo.

“Fue maravilloso, si ella tenía que trabajar en El Cairo, yo la acompañaba y me dedicaba a trabajar en guiones o a leer… A descuidar mi carrera, ya sabes”, contó en la mencionada entrevista. “Pero me gustaba hacer eso, era una excusa para no tener que lidiar con la lucha diaria en Los Ángeles para que te dieran un papel”.

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MacLachlan, al igual que en caso de Laura Dern, admitió también a The Guardian su responsabilidad en la ruptura con la modelo, con la que llegó a estar comprometido: “Yo me sentía feliz con ella y aunque no me resistía necesariamente al matrimonio, a lo mejor sí que lo hacía de alguna manera, pero era feliz estando como estábamos. Obviamente, ella quería algo más, así que le puso fin”.

Una vez curadas las heridas, MacLachlan comenzó a salir en 1999 con alguien sujeto a mucha menor exposición mediática, la publicista Desiree Gruber, quien luego fue productora ejecutiva del reality de moda Project Runway (Pasarela a la fama en España), uno de los más exitosos de los muchos que surgieron a principios de este siglo.

Con ella parece que superó su aversión al compromiso (“vivía en Nueva York y yo en Los Ángeles, pero me llegó el papel para Sexo en Nueva York entonces, lo que fue como cosa del destino”, contó), porque tres años después de conocerla se casó con Gruber, cuando él tenía 43 años y ella 35.

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“Creo que debes esperar para casarte si tardas en encontrar a la mujer con la que verdaderamente quieres estar”, dijo. “Eso fue justo lo que me pasó a mí: tardé en florecer, llego a las cosas a mi propio ritmo”.

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En 2008 nació el único hijo de la pareja, Callum Lyon MacLachlan, y a sus 65 años Kyle MacLachlan sigue al pie del cañón, quizá actuando más que nunca: este año, además de Fallout, tiene pendiente de estreno el filme de Pixar Del revés 2, en el que pone la voz a uno de los personajes (al igual que hizo en la primera parte); Blink Twice, el debut en la dirección de Zöe Kravitz; y prepara una serie, The Sensitive Kind, en la que comparte cartel con Ethan Hawke entre otros.

Y le queda tiempo para dedicarse a sus otras dos grandes pasiones: por un lado, el vino, ya que desde hace casi dos décadas elabora algunos –bajo la etiqueta Pursued by Bear, un guiño a Shakespeare– de los más aclamados de entre los que se producen en su estado natal de Washington; y por otro, los podcasts: más allá de conducir un simple programa radiofónico de entrevistas como hacen muchos otros actores desde la pandemia, él se unió al periodista Joshua Davis para crear Varnamtown, un serial en el que ambos investigan in situ el rumor de que la población de la localidad homónima de Carolina del Norte hizo un trato con el narcotraficante Pablo Escobar en los 80 para permitir que sus barcos atracaran y sus aviones aterrizaran en la zona a cambio de un suministro ilimitado de cocaína. Hubiera sido desde luego un gran caso para Dale Cooper.

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