Shakira, sobre sus hijos tras separarse de Gerard Piqué: “Ellos saben más; se dan cuenta cuando les mienten”

A lo largo de 12 años de relación, Shakira y Piqué formaron una familia con dos hijos. ¿Qué ha pasado con ellos desde la ruptura? Así es el acuerdo de custodia.

“Fue una curva de aprendizaje. Tuve muchas lecciones en toda esa experiencia. La sociedad, tal vez, nos enseña a ocultar nuestros sentimientos delante de nuestros hijos. Pero creo que es un error, porque ellos saben más y perciben las cosas de maneras distintas y pueden darse cuenta cuando un adulto les está mintiendo”. Con estas palabras, Shakira ha dado a entender entre líneas en una entrevista con la revista Alo que sus hijos, Milan y Sasha, conocen más de su separación con el exfutbolista del Barcelona Gerard Piqué de lo que se pudiera esperar.

Y justifica así el haber hablado con ellos al respecto de lo ocurrido. “Si quieren la verdad y no se las das, entonces inventan su propia versión y sus interpretaciones pueden ser completamente erróneas y confusas. Y entonces es cuando las cosas se ponen complicadas para ellos. Pero si eres lo suficientemente valiente para hablar de las cosas y abrir una conversación, donde ellos también puedan dar su opinión, todo cambia”.

En los dos pequeños ha encontrado también su gran apoyo para volver con fuerza a la música: “Cada vez que tenía que ir al estudio para trabajar, sentía que estaba dejando a mi familia desatendida. Así que hubo momentos en los que realmente no lo disfruté. Me sentía culpable, desgarrada, pero ahora es totalmente diferente… Por un lado, es más difícil porque ahora estoy a cargo de estos dos niños, dos bebés que dependen de mí por ser una madre soltera y no tener un marido en casa para ayudar con cualquier cosa. Pero, en cierto modo, es una suerte no tener un marido porque, no sé por qué, me estaba arrastrando hacia abajo… Ahora siento ganas de trabajar, tengo ganas de escribir canciones, de hacer música”.

La lección aprendida

Para Shakira, aunque este proceso haya sido muy doloroso, también hay algo bueno: el aprendizaje que ha sacado de todo ello. “Es probablemente la lección más valiosa que he aprendido. Es mejor confiar que no haber confiado nunca. Es mejor confiar y ser traicionado que no confiar nunca. Porque, como trato de enseñarles a mis hijos, hay mucha más gente buena en este mundo y vale la pena atreverse, vale la pena amar. El amor es la experiencia más increíble que un humano puede experimentar y nadie debería quitarte esa posibilidad. Creo que hay mucha gente buena, no importan las experiencias de mierda que pasas en la vida, siempre hay mucho más que esperar”.

“Solo los robots no experimentan dolor. Sin embargo, el dolor te hace más humano. Y la experiencia artística de ser capaz de tomar ese dolor y transformarlo en otra cosa, eso es una oportunidad y un lujo que tenemos los artistas. Cuando compongo música, es como ir al psiquiatra, solo que más barato”, añade.

Una terapia que reconoce que usó también uno de sus hijos, el mayor, tras la ruptura de sus padres: “Milan escribió dos hermosas canciones durante todo el proceso de separación. Simplemente, harían llorar a cualquiera. Escribió dos canciones con piano y letra. Cada vez que se siente un poco deprimido, va al piano y escribe música. Y eso es también su catarsis, su terapia”.

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