Ayuno: cómo mejora la salud
En términos generales, el ayuno consiste en abstenerse total o parcialmente de comer o beber durante un período de tiempo determinado, aunque se pueden incluir bebidas no calóricas durante el tiempo en el que se lleva a cabo. Existen diversas formas de ayunar, tanto por períodos prolongados, por ejemplo, durante tres días o el llamado ayuno intermitente, en períodos de 24 horas (un día sí y otro no).
Una forma más sencilla de ayunar es la ingesta restringida en el tiempo. En este caso, se come todos los días, pero se reduce el número de horas dedicado a ello. Por ejemplo, se puede realizar las ingestas diarias en un período de 10 horas y ayunar las restantes 14. Durante el período de ayuno, las células carecen de su principal fuente de energía: los nutrientes.
Ayuno
Las células tienen que adaptarse a esta situación y, en consecuencia, el organismo modifica su metabolismo para buscar otros medios de conseguir la energía necesaria. Para ello, el hígado adapta el metabolismo y fabrica unos compuestos químicos llamados cuerpos cetónicos como fuente alternativa de energía. Finalmente, el tejido graso libera las reservas de grasa almacenadas.
Los protocolos de ayuno afectan a todo nuestro organismo. Tiende al descenso de la presión arterial, aumenta el control de los niveles de glucosa en la sangre, se reduce la inflamación intestinal y mejora el estado de la microbiota intestinal. Pero, también es posible perder masa muscular al realizar el ayuno.
Ayuno
“El ayuno puede ayudar a mejorar la calidad del envejecimiento, como estamos estudiando en nuestro grupo de investigación, pero también parece generar una mayor sensación de hambre. Respecto al control del peso, esta práctica puede, efectivamente, ayudar a adelgazar y, lo que es más importante, a reducir la masa grasa”, detallaron Lidia Daimiel Ruiz, José Antonio Celada Guerrero y Yolanda Jiménez Pérez son investigadores del Instituto IMDEA Alimentación al portal The Conversation y reproducido por la BBC.
“Algunos estudios han sugerido que la adherencia o cumplimiento de los protocolos de ayuno es mayor que la de las dietas convencionales con restricción de calorías. En cuanto a las modalidades existentes, la ingesta restringida en el tiempo es sencilla de aplicar en nuestro día a día y aporta beneficios, siempre que sea temprana. Con esto me refiero a que, según se ha comprobado, realizar el período de ayuno por la tarde aporta más ventajas. De hecho, los resultados indican que abstenerse de comer por la mañana no implica ningún beneficio”, aconsejaron los investigadores. De todas formas, lo sugerente es que un nutricionista recomiende la aplicación.