A Márquez le “queda cuerda”

Marc Márquez celebra el segundo puesto en el GP de España.

“Cuando pasas una época mala, lo que buscas son cambios para encontrar esa confianza. Lo que pretendo es volver a crecer”. Y después de sacrificarlo todo, va camino de hacerlo realidad. Después de cuatro años de sufrimiento, la mejor versión de Marc Márquez está llegando. Y más allá de su primer podio con Ducati en una carrera larga de domingo, lo que de verdad reivindica su gran regreso es la felicidad que el campeón del mundo proyectó en toda la celebración, desde darse un baño de masas con la afición que llenó las gradas de Jerez hasta sacar los pasos prohibidos cuando la fiesta siguió con un DJ en el podio. El piloto de Gresini Racing está más cerca de la victoria, a tan solo un escalón que ocupó Pecco Bagnaia con su GP24. Aunque también pudo plantarle cara con una lucha que queda para los libros de historia.

Al menos, Márquez ya sabe que todo aquello que ha dejado atrás, ha valido la pena. Cuatro carreras han bastado para confirmar que, pese a lo duro que fue decirle adiós a Honda y a todo su equipo, su salida de la marca japonesa era la opción correcta. Quizá su físico tampoco estaba al cien por cien, pero la RC213V de la pasada temporada era lo que realmente estaba lejos del nivel que puede exigir un ocho veces campeón del mundo. Apostó fuerte por Ducati, recayendo en un equipo privado por primera vez en su carrera en MotoGP, pero era lo que necesitaba. Lo mismo que a su hermano pequeño, Álex, lo sucedió un año antes. “He ganado mucho en el pasado y en Gresini he tenido ese respeto”, asume Marc, en una entrevista con Audi Spain donde habla del apoyo que ha recibido de la estructura italiana desde un primer momento.

“La unión hace la fuerza, por mucho que quieras tirar del barco, solo no puedes. Es muy importante que el que hace las ruedas, el técnico y todos, tengan esa tranquilidad de que pueden fallar. Un mecánico o técnico lo que quiere es el bien para ti. Si falla, tienes que decírselo con las palabras adecuadas. Eso hace que el equipo sea más fuerte y quedan muchos días por delante”, explica el español, que aterrizó en el box del Gresini pidiendo ser uno más: “Llegué y dije ‘soy uno más, vengo a aportar y si hago algo mal me lo tenéis que decir’”.

Aunque ya ha dado su adaptación a la Ducati como completada durante el Gran Premio de España, Márquez es consciente de que su estilo de pilotaje todavía tiene que seguir adaptándose a la GP23, una moto muy diferente a la Honda que ha llevado desde su entrada a la categoría reina en 2013: “Tengo que desaprender muchas cosas. Llevo 11 años con el mismo estilo de moto. Tienes que adaptarte a la moto y pulir los últimos detalles. Tienes unos vicios y tienes que quitártelos, para eso está la pretemporada. Solo tienes que coger lo que toque y lo que necesitas”. Lejos queda ya todo lo malo y todas esas dudas que le han hecho darle vueltas a su futuro: “Me planteé retirarme, pero no puedes tomar una decisión en caliente. No me imaginaba una vida sin moto ni adrenalina”. Pero consciente de que lo mejor está por llegar: “Todavía me queda cuerda”.