OpenAI tiene un plan para enfrentar la escasez de chips de IA

Sam Altman, CEO de OpenAI, está en búsqueda de socios comerciales para crear una red de fábricas de chips que den soporte a los desarrollos más avanzados de inteligencia artificial (IA) generativa, de acuerdo con un informe de Bloomberg.

La compañía propietaria de ChatGPT ha iniciado negociaciones con los principales fabricantes de semiconductores y conglomerados de inversiones para financiar el proyecto que tendría un alcance global. La lista de posibles inversores menciona al banco de capital de riesgo SoftBank Group Corp, Intel, Samsung, Microsoft y Taiwan Semiconductor Manufacturing. Ninguna de las partes ha confirmado o desmentido la información.

EE UU acaba de reforzar sus restricciones para que evitar que China adquiera chips para el desarrollo de su IA

Estados Unidos intensifica su guerra contra China por los chips de IA

El Gobierno de EE UU ha endurecido sus restricciones a las exportaciones y a los equipos de fabricación de chips, cerrando los vacíos legales que permitían a las empresas chinas acceder a tecnología avanzada.

Altman también habría mantenido conversaciones con G42, grupo empresarial emiratí enfocado en IA y tecnología informática en la nube, con la intención de asegurar fondos por hasta 10,000 millones de dólares, según el reporte. Se desconoce el estado actual de este negocio.

Mike Gallagher, presidente del Comité Selecto sobre China de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, expresó su preocupación por los vínculos comerciales que existen entre G42 y algunas empresas chinas como Huawei. A principios de este mes, instó al poder legislativo del mercado estadounidense a imponer sanciones y restricciones a la empresa, así como a sus 13 filiales y empresas asociadas. Argumentó que sus operaciones representan riesgos para la seguridad nacional.

La costosa estrategia de OpenAI

En el pasado, Sam Altman criticó la “brutal escasez” de chips y sus “desorbitados costos”. Hasta ahora, el principal abastecedor de procesadores para OpenAI es Nvidia. Desde 2020, la compañía desarrolla sus tecnologías de IA generativa en una supercomputadora masiva creada por Microsoft. La máquina utiliza 10,000 unidades de procesamiento de gráficos (GPU, por sus siglas en inglés). Reuters calculó en octubre pasado que ejecutar ChatGPT y demás modelos de IA bajo esta infraestructura resulta muy costoso.

“Cada consulta [respondida por el bot conversacional] cuesta aproximadamente 4 centavos, según Stacy Rasgon, analista de la empresa de negociaciones bursátiles Bernstein. Si las consultas de ChatGPT crecen a una décima parte de la escala de la búsqueda de Google, OpenIA necesitaría invertir aproximadamente 48,100 millones de dólares en GPU inicialmente y alrededor de 16,000 millones de dólares en chips al año para mantener la operación”, estimó la agencia de noticias.

A mediados de 2023, el CEO de OpenAI sostuvo que el ritmo de progreso de la IA puede depender de nuevos diseños de chips y cadenas de suministro. Altman ha intentado garantizar por diversas vías que la escasez no sea un problema mayor para su negocio, a medida que la demanda de hardware especializado se incrementa.

En 2019, firmó una carta en la que señala su intención de invertir 51 millones de dólares en semiconductores de IA desarrollados por Rain AI, una startup centrada en la fabricación de unidades de procesamiento neuromórfico (NPU, por sus siglas en inglés). Estos procesadores están diseñados para replicar los procesos del cerebro humano. Según una copia del acuerdo y las revelaciones de Rain AI a los inversionistas, revisada por WIRED, el primer lote de los componentes estará a disposición de los clientes en octubre de 2024.

El debate por la regulación de ChatGPT en los países continúa y se extiende por el mundo.

¿OpenAI y ChatGPT a bancarrota en 2024?

Analistas aseguran que OpenAI no es rentable. La caída de usuarios en ChatGPT y la creciente competencia en el mercado ponen en riesgo el futuro de la empresa.

Entrar al mercado de fabricación de chips sería una decisión estratégica, pero muy costosa para OpenAI. Competidores como Amazon, Google o Meta suelen diseñar sus propios componentes y subcontratar la producción para evitar una inversión de recursos elevada para un negocio que aún está en sus primeras etapas de desarrollo. Crear una red de manufactura es un plan ambicioso que puede presionar más la situación financiera de la compañía dirigida por Altman.

Los analistas aseguran que la matriz de ChatGPT está lejos de ser rentable. Un informe de Investopedia, sitio web especializado en inversiones financieras, afirma que es demasiado pronto para que cualquier empresa líder en IA se dirija al mercado de oferta pública inicial (OPI). Según el análisis, se necesitan al menos 10 años de operación y 100 millones de dólares en ingresos comprobables para que una OPI tenga éxito.

Mohit Pandey de Analytics India explica que “la inversión de 10,000 millones de dólares de Microsoft en OpenAI posiblemente mantiene a la compañía a flote en este momento. OpenAI proyectó un ingreso anual de 200 millones en 2023 y espera llegar a 1,000 millones en 2024, lo que parece remoto ya que las pérdidas solo aumentan”.